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El acaparamiento de aceite ha disparado los precios en origen 50 pesetas en una semana

Las compras masivas de aceite de oliva por los consumidores han provocado, en menos de una semana, una subida de los precios en origen de 50 pesetas kilo. El acaparamiento de aceite es una reacción a las manifestaciones de la secretaria general de Alimentación, Regina Revilla, que señaló la posibilidad de que los precios llegasen a las 600 pesetas por litro.

Medios del sector coinciden en señalar que se traía de una subida artificial que deberá remitir cuando aumente la oferta -a medida que avanza la campaña y se normalice la demanda, actualmente disparada de forma artificial. También la Comisión Europea afirmó ayer que no existen argumentos fundados que justifiquen la "psicosis" de desabastecimiento que vive el mercado español del aceite de oliva. "No hay problemas de suministro porque la cosecha de 1994 es corta pero suficiente para atender la demanda de los consumidores españoles", aseguró un portavoz.

Responsables de la Secretaría General de Producciones y Mercados del Ministerio de Agricultura mantuvieron ayer su reunión mensual con representantes de todo el sector olivarero para analizar la situación. La Administración hizo un nuevo llamamiento para que funcione el mercado con normalidad, desde las ventas en origen hasta las compras de los consumidores.

Agricultura estima que hay aceite más que suficiente para el consumo aunque, como sucede cuando se produce una campaña corta, pueden subir los, precios sin que existan razones para las tensiones de los últimos días. Los mismos medios insisten en que, no solamente el aceite, sino ningún otro producto, habría podido soportar unos precios estables si el consumidor tiende violentamente al acaparamiento.

Crecimiento espectacular

Según los datos manejados por el sector, los precios en origen para el aceite de oliva han tenido un crecimiento espectacular desde el pasado día 25, pese a que no existían razones objetivas para el lo. En el momento de producirse las declaraciones de Regina Revilla, los precios en origen se situaban en el entorno de las 405 pesetas. Un día más tarde alcanzaron las 415 pesetas y llegaron a las 430 pesetas el fin de semana. El pasado lunes la cotización ascendía a unas 445 pesetas y el martes las operaciones al contado cerraron por encima de las 450 pesetas, y los pagos al mes de noviembre a 470.El acaparamiento de aceite para usos domésticos ha provocado una reacción en cadena que se está volviendo contra los propios consumidores. Los elementos de esa reacción han sido los siguientes.

Primero, la distribución se ha quedado sin existencias y se ha visto en la necesidad de comprar aceite a cualquier precio, siempre por debajo de las 600 pesetas, so pena de dejar las estanterías vacías.

Segundo, los industriales proveedores han debido salir a comprar en el campo, como consecuencia del alza de la demanda de los distribuidores. En origen no hay aceite en gran abundancia, no tanto porque la presente cosecha sea escasa, cuanto por las fechas: todavía estamos en plena campaña de producción. Lo lógico sería ahora que cedieran los precios cuando disminuya la actual presión de la demanda doméstica, y, como consecuencia, se relaje la demanda en los demás pasos de distribución y proveedores.

En principio, la subida respecto al año pasado debería haberse situado en unas 70 pesetas sumando la reducción de la ayuda al consumo que recibían los envasadores, el aumento de costes en la industria y la subida de un punto en el IVA. El incremento actual debería ceder cuando se normalice la situación.

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