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Nuevas pistas para el enigma

A la hora de hablar de ejemplos concretos, Conejero accede y muestra sus pruebas. Empieza por Coriolano. Facilita documentos que demuestran que en el acto IV.5., versos 68 a 104, de la edición de Hibbord de 1967, se observa que estamos ante el mismo texto que escribiera Plutarco y que puede encontrarse en Las fuentes shakespearianas, del profesor Bullough, en el volumen V."No tengo ni siquiera claro que el autor hubiera leído esos textos. Era un cómico y no un erudito, supongo que se lo enseñaba, ya traducido, algún fraile, que le diría: 'Mira, Willy, lo que he encontrado", señala.

Conejero tiene entre sus manos su edición de La tempestad, que acaba de presentar la editorial Cátedra, realizada en equipo con Genaro Talens y los miembros del Instituto Shakespeare, organismo que emana de la Fundación Shakespeare, que preside. Saca unas fotocopias para mostrar qué ocurre con Ovidio en su metamorfosis, dentro de la Medea traducida del latín al inglés por Arthur Golding, en 1567, y la compara con lo que ha escrito Shakespeare en el acto V, li, 33, en la edición The Oxford Shakespeare, y con su propio libro: "A mí me parece entrañable la manera insultante y tierna de empezar sin ningún pudor con frases absolutamente idénticas, ¡eso es tener talento!".

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Montaigne

La lista de La tempestad, como en las restantes obras, es interminable, pero como curiosidad puede verse también cómo el personaje de Gonzalo, en esta obra, en el acto II, escena 1, líneas de la 145 a la 152, y en la misma edición, se observa el parecido con lo que escribió Montaigne en Los ensayos, en una traducción de John Florio en 1603. Conejero saca su mejor inglés de Shakespeare, y se pone a recitar un pequeño fragmento de esta escena. Primero dice el texto del dramaturgo: "...Ningún tipo de comercio se consentiría, / ni habría nombramientos de magistrados. / Nadie sabría de letras. No habría ricos ni pobres, / ni otras servidumbres...". Luego recita a Montaigne: "Ningún tipo de comercio consentiría yo, nadie sabría de letras ni números ni habría nombramientos de magistrados, no habría ricos ni políticos superiores, no habría otras servidumbres, no habría ricos ni pobres".

En Antonio y Cleopatra, el personaje Enobarbus dice en el acto II.ii., versos 196 a 231 (edición de New Penguin de E. Jones, de 1977), lo mismo que se encuentra en las obras completas de Plutarco, (mismo editor y año).

También ha detectado en Shakespeare al valenciano Ausias March, del siglo XIV; Ahora investiga para ver que sucede entre Santa Teresa, San Juan y los parlamentos de Miranda en La tempestad, donde los místicos españoles rezuman en cada línea.

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