Dini logra el apoyo de la Cámara de Diputados con la abstención del bloque de Berlusconi
Nace débil el Gobierno italiano de Lamberto Dini, que ayer no logró reunir los 316 votos que constituyen la mayoría absoluta de la Cámara de Diputados. Sin la abstención deAlianza Nacional (AN) y de Forza Italia (FI), el nuevo primer ministro no hubiera podido ser investido. Todo ello no impide la confirmación de un serio fracaso del centro derecha, y especialmente de su líder, SilvioBerlusconi, que primero rechazó, luego aceptó, volvió a rechazar y finalmente se abstuvo de votar a Dini. Las divergencias que esta actitud han creado en su movimiento presagian una reorganización bloque.
"No lograréis jamás eliminarme del sistema político italiano", clamó hacia los escaños de la izquierda Berlusconi, durante su intervención en el debate de investidura, en la noche del martes. Muchos de los que le oían no pudieron evitar el recuerdo de otra advertencia apocalíptica lanzada por el entonces todavía primer ministro hace menos de mes y medio, cuando dijo que, si su Gobierno cayera, "miles y miles de italianos saldrían a la calle para protestar en silencio".Han resultado escasas las dotes proféticas del líder de Forza Italia, hoy empequeñecido en su escaño de simple diputado. La distancia entre sus amenazas y el desenlace provisional de la crisis reflejan, a la inversa, la magnitud del fracaso.
La imagen del ex primer ministro sale, por otra parte, de la experiencia como aplastada contra la figura dominante de su aliado Gianfranco Fini, el líder de AN, que es el que, en definitiva, ha fijado las sucesivas posiciones del bloque conservador.
Aunque, un pequeño sector de AN era partidario de votar a favor de la investidura de Dini, la mayoría se oponía, de manera que a Fini no le quedaba más alternativa razonable que la abstención. La situación era contraria en FI, donde la mayoría de los diputados se declararon partidarios de respaldar la candidatura de Dini. Berlusconi ha considerado prioritario mantener la cohesión con AN, aún al precio de tener que amenazar con la expulsión a los diputados de su grupo parlamentario que no si quieran su consigna de inclinarse finalmente por Ia abstención.
La crisis ha permitido, así, que se manifieste en el seno de Forza Italia una tendencia centrista sólida, partidaria de una aproximación al Partido Popular Italiano (PPI, ex democristianos), y de un probable alejamiento paralelo de AN.
Esta perspectiva explica que el Centro Cristiano Democrático (C,CD), la escisión minoritaria de la disuelta Democracia Cristiana, haya sido el grupo más radical frente a Dini. Hasta el último momento, el CCD promovió el voto negativo. La entrada del PPI en el centro-derecha, haría que los votos del CCI) perdieran todo el valor por el que este pequeño grupo obtuvo dos ministros en el anterior Gobierno que presidió Berlusconi.
Las indicaciones de que el centro-derecha se reorganizara vienen precisamente de esta pujanza del centrismo en las filas berlusconianas, y también del vacío que está dejando el derrumbe de la Liga Norte, que ya sólo conserva 78 diputados y 43 senadores de los 111 diputados y 59 senadores que obtuvo en las elecciones de hace 10 meses. La mayoría de los huidos liguistas se sumaron a la abstención del bloque de Berlusconi y Fini, pero su colocación política no es definitiva.
Buena parte de lo que ocurra en este campo dependerá de lo que haga Berlusconi, quien, según su amigo y representante empresarial Fedele Confalonieri, no es pensable que siga mucho tiempo en política si no es como primer ministro. La convivencia entre la estrella ascendente de Fini y Berlusconi tiene, por otra parte, un límite natural, sólo salvable en la hipótesis de Berlusconi como presidente de la República y Fini presidente del Gobierno, fórmula que ahora se desvanece.
De todo ello dependerá también la duración del Gobierno dé Dini, que tendrá que hacer equilibrios continuos con los 302 votos que ayer le dieron el PPI, la Liga y el Partido Democrático (le la Izquierda (PDS). Nada le ayudará Refundación Comunista, el único grupo que votó en contra.
A la derecha, le será fácil volver a sacudir el Gabinete, y reabrir la vía del enfrentamiento y las elecciones. De momento, se ha comprometido a que Dini sea también investido, la próxima semana, en el Senado, donde el centro-izquierda es más fuerte.
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