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El Guggenheim de Nueva York dedica una gran retrospectiva al pintor Antoni Tapies

La exposición, que se inaugura hoy, recoge 56 obras informalistas del artista

El Museo Guggenheim del Soho, en Nueva York, abre esta noche la primera gran retrospectiva institucional de Antoni Tápies en Estados Unidos desde 1977. La exposición, abierta hasta el 23 de abril, consta de 56 obras de diferentes periodos del artista. La selección, a cargo de la comisaria Carmen Giménez, se ha realizado pensando en un público, el estadounidense, que ha tenido pocas oportunidades de conocer de manera constante el trabajo del artista catalán, por lo que se centra en sus obras matéricas más conocidas.

Con cincuenta y seis trabajos que abarcan desde el año 1946 hasta el pasado verano, Antoni TápIes (Barcelona, 1923) regresa a la ciudad de Nueva. York con una retrospectiva en la sucursal del Soho del Museo Guggenheim. La exposición del Guggenheim se inaugura hoy con la presencia del príncipe Felipe y estará abierta hasta el 23 de abril. 32 años después de su primera gran muestra en Nueva York, el pintor asegura que una retrospectiva le sigue., dando un poco de miedo: "Cogería una tela blanca y empezaría a pintar, incluso si pudiera arreglaría muchosdros de los que hay aquí," dice el pintor catalán. La exposición incluyé sólo un cuadro de 1994 Embolcall (Envoltura), pero se complementa con otra en la cercana galería Pace. "Entre las dos," explica Tápies, "es una panorámica total, me pongo al descubierto con todo lo que he hecho".

Según Tápies, "se trata de un conjunto de obras desde 1946, un momento en que de forma muy intuitiva empecé a entrar en el arte moderno con poca cultura artística. Hice unos collages con hilos, cartones y telas que me salieron de una forma muy visceral y que luego nos hemos dado cuenta me lo han hecho ver sobre todo los historiadores- de que estas primeras obras son el inicio de mi personalidad".

"Después me volví un poco más culto" continúa el pintor. "Estuve muy influido por la poesía surrealista y artistas como Joan Miró o mi maestro Paul Klee, hasta que me di cuenta que me estaba metiendo en un terreno excesivamente literiario y me fui a un desierto espiritual, a formarme más como persona. Más que buscar éxitos artísticos, era una época en la que yo y muchos artistas trabajábamos con una verdadera vocación, no para ganar una carrera, sino para hacer una obra que aportara un cierto mensaje espiritual."

El último cuadro

En cuanto al nuevo cuadro, Embolcall, está "recién salido del taller" e inspirado, según Tàpies, en la guerra de Ruanda del pasado verano y en la cultura egipcia de los muertos. Inspirado por las esteras en que envolvían a los cadáveres, el artista ha colocado un gran rollo de este material sobre una tabla prácticamente negra.

Antoni Tápies expuso por primera vez en Estados Unidos en la galería de Martha Jackson en los años cincuenta. Su última gran muestra había tenido lugar en Buffalo (Estado de Nueva York) en 1977.

El pintor de la materia, de la tela y el polvo de mármol dice que hace ya años que sus amigos le dijeron que él ya había hecho su aportación al arte moderno, pero él sigue empeñado en "hace lo mejor". "Yo experimento como un médico que inventa una vacuna y se la aplica él mismo para ver qué efecto hace" señala.

La comisaria de la exposición, Carmen Giménez, califica a Tápies como el artista español con más proyección internacional y vino de los europeos más relevantes de su generación. "El mayor descubrimiento que hará el público de esta exposición son los grandes cuadros de los años 70 y 80, en los que se puede apreciar el particular sentido del espacio de Tápies, sus extraordinarios poderes de sugestión y la cualidad casi etérea que caracteriza a su período de madurez". La retrospectiva está basada en el montaje que se realizó en París el pasado mes de septiembre, pero combinada con unas veinte obras de museos y colecciones de EEUU, como el Museo de Arte Contemporáneo de Los Ángeles. También hay obras del IVAM y del Reina Sofía.

Público

La selección de las obras de Tápies ha tenido en cuenta el desconocimiento del público estadounidense, que, en general, sólo conoce su obra de forma parcial o fragmentada. El Guggenheim, en su presentación de la exposición, muestra a Tápies como "el líder del informalismo europeo" y propone un itinerario por su obra en el que priman las piezas matéricas y las de un contenido iconológico más potente.

Pese a que la mayor parte de las obras son cuadros de gran formato, la exposición incluye también algunas esculturas y objetos que corresponden a una faceta importante en el trabajo de Tápies. Por último, la retrospectiva muestra una selección de obras de gran formato sobre telas y madera realizadas desde los años setenta.

La exposición ha sido organizada en colaboración con la Fundación Tápies de Barcelona y la galería Jeu de Paume, de París, y cuenta con el patrocinio del Departamento de Cultura de la Generalitat y el Ministerio de Cultura.

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