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Crítica:
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

Fernando Fernán-Gómez ironiza en '7.000 días juntos' sobre el tormento matrimonial

Rocío García

El tormento matrimonial llevado a sus últimas consecuencias. Eso es, en definitiva, 7.000 días juntos, el último filme dirigido por Fernando Fernán-Gómez, de 73 años, que se estrena el próximo viernes. Con argumento del fallecido Luis Alcoriza, 7.000 días juntos narra, en clave de humor negro, las agrias relaciones de una pareja matrimonial. José Sacristán, María Barranco, Pilar Bardem, Agustín González y Chus Lampreave conforman el reparto del filme.

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La idea no era suya, pero él ha aportado las dosis de acidez y humor negro. 7.000 días juntos narra, en palabras de su director, "el problema de un matrimonio que empieza con amor y se convierte en una guerra". La guerra, por supuesto, es total, y acaba en tragedia. Fernán-Gómez presentó ayer, junto a Agustín González, José Sacristán y Pilar Bardem, su filme. Fernán-Gómez explicó que aceptó la propuesta de la productora al encontrar "muy interesante el guión".Él ha hecho pequeñas aportaciones a la historia, ninguna clave, aunque sí se autoconcedió el placer de cambiar el título del filme en homenaje a la película británica de Basil Dean Veintiún días juntos, en la que dos enamorados pasan felices los últimos veintiún días antes de la condena a muerte del hombre. "Veintiuno es una cifra buena para estar juntos, pero 7.000...", señaló Fernán-Gómez, que ha trasladado al filme todo su bagaje teatral, en la creencia de que entre teatro y cine no existen fronteras claras.

Es en el personaje que interpreta Agustín González donde Fernán-Gómez se ha despachado a gusto con el humor negro. A Luis

[Agustín González], un trabajador de la Escuela de Anatomía, lo que más le gusta del mundo es hacer el amor con las muertas -"no hablan, no gritan, y su piel marmórea me enloquece."- "El personaje que interpreto es fascinante porque no es frecuente en el cine. Es un papel seductor, nada morboso y nada vulgar sobre el que he trabajado muy a gusto y me he divertido mucho", explicó el actor.

El filme termina con la impresión en pantalla de un pensamiento de Cervantes, en el que aconseja no alargar el matrimonio más allá de tres o cuatro años. Fernando Fernán-Gómez ni siquiera está de acuerdo con ello. "El matrimonio no debe existir, soy partidario del amor libre, sin papeles por medio".

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