Un francotirador serbio, dispara contra un niño en Sarajevo
Los disparos de un francotirador serbio contra un niño que jugaba en la nieve en Sarajevo, y que ha resultado herido gravemente, han enrarecido un poco más la frágil tregua en la capital bosnia. Naciones Unidas califica el incidente de "seria violación" del alto el fuego en vigor.Croacia, por su parte, ha confirmado su petición para que las fuerzas de Naciones Unidas comiencen a abandonar su territorio a partir del próximo 31 de marzo. Nadie duda que el Parlamento, que deberá. votar el tema la semana próxima, respaldará la decisión del presidente Tudjman. El secretario general de la ONU, Butros Butros-Gali, y el ministro de Exteriores alemán, Klaus Kinkel, dijeron ayer en Bonn que la decisión croata es "completamente equivocada".
La precariedad de la tregua bosnia volvió a manifestarse ayer con la suspensión en Sarajevo de conversaciones entre los dos bandos para reabrir las rutas de la capital al tráfico comercial. La ONU, por su parte, y debido a inaceptables exigencias serbias, canceló el que había de ser definitivo vuelo de reconocimiento sobre el monte Igman, para comprobar que las tropas bosnias han abandonado totalmente la zona desmilitarizada. Los militares serbobosnios pidieron en el último momento ampliar la zona del reconocimiento.
La lucha en Bihac, aunque en pequeña escala, y el cerco de los blindados serbios contra el enclave musulmán oriental de Srebrenica son los dos principales puntos de tensión en el país, donde renquea desde el 1º de enero el armisticio entre los contendientes negociado por Jimmy Carter.
Sarajevo, donde unas 300.000 personas afrontan el tercer invierno de cerco, ha comenzado a disponer de electricidad regularmente, aunque no más que para una bombilla y un televisor en cada vivienda. Por contra, y con temperaturas que llegan de noche a menos 10 grados, la presión del gas, controlado por los sitiadores, es casi inexistente. La radio oficial acusa a los serbios de manipular las válvulas de suministro, pero Naciones Unidas aseguró ayer que la caída de presión se debe, a las gélidas temperaturas y un mayor uso.
