Yeltsin se niega a negociar con Dudáiev
El presidente de Rusia, Borís Yeltsin, se negó ayer en redondo a aceptar al general Dzhojar Dudáiev como interlocutor en las conversaciones para acabar con la sangrienta contienda en Chechenia y dijo que las autoridades centrales rusas están dispuestas a dialogar con dirigentes de menor nivel, incluidos los jefes militares y los líderes de distritos y ciudades. "Controlo severamente las estructuras de fuerza y cada día me informo de la situación en Chechenia y allí no sucede nada serio sin mí", dijo el líder ruso, asumiendo la responsabilidad de la política de guerra.
En un tono optimista, que ya había sido empleado en otras ocasiones en las últimas semanas, el líder ruso dijo que "dentro de unos días pondremos fin a las acciones militares en Chechenia", lo cual permitirá el funcionamiento de las unidades del Ministerio del Interior para mantener el orden y para sustituir paulatinamente al Ejército."Todos los problemas chechenos se arreglarán", dijo Yeltsin, que aconsejó "no ponerse demasiado nerviosos". Ayer, la aviación rusa bombardeó furiosamente Grozni desde primeras horas de la mañana, y dos contingentes de tropas al mando de los generales Lev Rojpin e Iván Bábich, respectivamente, se agruparon frente al palacio presidencial en Grozni.
[Once soldados rusos perdieron la vida y otros dos fueron hechos prisioneros ayer en una emboscada tendida por milicianos chechenos en la localidad de Samashki, a unos 40 kilómetros al oeste de Grozni, informa Reuter. En el ataque los combatientes chechenos destruyeron un carro blindado y dos camiones rusos.]
El hambre ha comenzado a reinar entre los habitantes de la destruida ciudad que, según el corresponsal de la televisión independiente, de día parece rusa y de noche vuelve a ser chechena. En el palacio presidencial hay 120 defensores chechenos y 50 prisioneros rusos, según el servicio de prensa del Gobierno. Un grupo de constructores militares manifestó a Interfax que acaban de recibir un pedido del Ejército para elaborar un sistema de blindaje de tanques más adecuado a un entorno urbano. Los constructores están diseñando un nuevo vehículo militar para dichas condiciones.
Desde Nazrán, la capital de Ingushetia, el defensor de los Derechos Humanos, Serguéi Kovaliov, se mostró escéptico sobre las perspectivas de cese de los enfrentamientos armados en Chechenia. Según Kovaliov, el desarme debe ser un "objetivo" de las conversaciones, pero no una "condición para el comienzo de éstas", porque resulta "a ciencia cierta inaceptable" piara, los partidarios de Dudáiev. El líder checheno controla, según dijo, la mayoría de las formaciones armada! y su participación en las conversaciones para regular el conflicto es imprescindible.
Yeltsin motivó el rechazo de Dudáiev como interlocutor, alegando que éste había "organizado un genocido" contra su propio pueblo. La táctica de negociar con los jefes militares locales recordaba ayer a algunos analistas rusos los métodos que Moscú empleara cuando negociaba con los líderes guerrilleros durante la guerra de Afganistán.
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