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Los licenciados tienen un empleo a los tres años de graduarse

Abogados y economistas, los que trabajan en puestos más adecuados a su formación

La universidad no es una fábrica de parados como se suele afirmar. Tres años después de acábar la carrera, la práctica totalidad de los titulados tienen trabajo y son independientes económicamente. Eso no significa que la profesión que desempeñan sea acorde con su titulación ni que disfruten de estabilidad laboral, pero al menos no engrosan las ya largas listas de desempleados del INEM. Ahora bien, aunque no necesitan el dinero de los padres para subsistir, cuatro de cada 10 continúan viviendo en la casa familiar.Éstas son algunas conclusiones de un estudio elaborado por tres investigadores de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) -Josep, Maria Masjuán, Jesús Vivas y Miguel Zaldívar- que han querido conocer cuál es el nivel de ocupación de los graduados y licenciados tres años después de haber dejado la universidad. Y también el proceso que han seguido hasta encontrar un empleo, si es que lo tienen

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Los resultados de la investigación son fruto de entrevistas realizadas entre 1989,y 1992 a una muestra representativa de más de 1.000 titulados de 10 carreras -Derecho, Económicas, Empresariales, Ingeniería Técnica Química, Química, Psicología, Periodismo y Publicidad, todas ellas impartidas en universidades públicas; Administración y Dirección de empresas, de ESADE, y Química, del Instituto Químico de Sarrià (IQS), ambos centros de carácter privado-. Si bien las encuestas se hicieron a residentes en Cataluña, las conclusiones, según los autores del trabajo, son válidas para el resto del mapa universitario español. Con una particularidad: los mercados laborales son distintos en cada comunidad, precisa Vivas.

De los titulados encuestados, el número más alto de contratos fijos corresponde a los que cursaron Administración y Dirección de Empresas, de ESADE. El 85% de éstos tiene un empleo estable. Les siguen los licenciados en Derecho y en Química, del lQS, con el 74% de contratación fija. Los universitarios con un nivel de ocupación mas bajo son los psicólogos, ya que sólo 4 de cada 10 tienen contrato.

De adolescente a adulto

A los jóvenes de las carreras analizadas -en mayor o menor grado- les cuesta encontrar un trabajo estable y necesitan varios años para obtener una cierta seguridad laboral. Ello, afirman los investigadores, "influye sin duda en la transición definitiva a la vida adulta". Aunque, añaden, hay otros factores que también contribuyen, como el mercado de la vivienda y el cambio en las relaciones de pareja.

Algunos de los titulados, pese a estar fijos, no han conseguido después de tres años un trabajo ajustado a su nivel de estudios. De nuevo, los economistas de ESADE son los mejor situados. Todos los empleados ocupan puestos adecuados a su preparación, es decir de directivo o asimilado. También los psicólogos repiten: son otra vez los menos favorecidos. Cuatro de cada 10 de los que trabajan ejercen una profesión que poco o nada tiene que ver con la suya. Los periodistas les van detrás. Casi 3 de cada 10 están insatisfechos con su empleo, ya que no se relaciona con su formación.

En cambio, los periodistas y los publicitarios tienen a su favor que tardan menos en acabar sus estudios. El 78% y el 88%, respectivamente, cursan su carrera en cinco años. Los titulados en los centros privados, ESADE e IQS, presentan unos porcentajes similares.

Años de carrera

Económicas y Derecho son las carreras con menos alumnos que finalizan en el término previsto. Únicamente el 34% y el 40%, respectivamente. También son los que pasan más tiempo en la universidad: 3 de cada 10 licenciados en Derecho y 2 de cada 10 economistas han tardado ocho o más años en concluir sus estudios.

La dedicación completa es claramente minoritaria en la mayoría de las carreras. Los alumnos de Químicas, del lQS y de ESADE son los que más horas dedican al estudio. Mientras que los de Publicidad, Periodismo y Psicología combinan en mayor número la carrera con un trabajo. Los motivos aducidos por los estudiantes para justificar que trabajan van desde razones económicas hasta el interés de entrar en el mercado profesional.

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