La sanidad andaluza asume que hubo errores en el caso el bebé dado por muerto

Jesús Perejón Linares, el bebé prematuro que fue dado por muerto al nacer en un hospital sevillano y rescatado del mortuorio por su padre, fue enterrado ayer en el cementerio de San Fernando, de la capital andaluza, tras vivir 21 días de agonía. El Servicio Andaluz de Salud (SAS) prosigue las investigaciones para aclarar el suceso y, aunque defiende la actuación del equipo médico que atendió al bebé, reconoce que "evidentemente ha habido un error médico", según su director gerente, Ignacio Moreno. El alto cargo de la sanidad andaluza precisó, con todo, que "parece deducirse que no hubo negligencia" en el caso.Jesús Perejón, fallecido la noche del sábado, fue trasladado ayer del Hospital Anatómico Forense Virgen Macarena al cementerio, donde fue enterrado a las 13.30. Los padres del bebé, que declinaron hacer cualquier tipo de declaración, estuvieron acompañados durante el sepelio por una veintena de familiares y amigos. Terminaba así la historia de este niño que nació el día de Navidad con seis meses y sólo 700 gramos de peso y que fue dado por muerto en el Hospital Virgen del Rocío, de la capital, sevillana, por la doctora que le atendió, pese a que intentó su reanimación.

El bebé, bautizado con el nombre de Jesús por haber nacido un 25 de diciembre, permaneció hora y media en la cámara frigorífica del mortuorio hasta que su padre, Feliciano Perejón, que insistió en ver a su hijo antes de que le practicasen la autopsia, comprobó con asombro que el recién nacido aún respiraba.

Durante los 21 días que Jesús pasó en la Unidad de Cuidados Intensivos Neonatal del hospital infantil, sus órganos vitales funcionaron artificialmente. Los dos últimos días Jesús no admitió la alimentación por vía parenteral que se le administraba desde que nació y no expulsaba la orina.

"Paro cardiorrespiratorio"

El hospital Virgen del Rocío mantiene un mutismo absoluto sobre el caso, ya que la familia Perejón ha ordenado que no se facilite información a la prensa. La dirección del centro emitió ayer un escueto comunicado en el que se limita a decir que la causa de la muerte fue un paro cardiorrespiratorio, sin más detalles. El SAS y la Consejería de Salud tienen abiertas sendas investigaciones sobre el asunto.

El gerente del SAS, Ignacio Moreno, dijo ayer que hasta el momento no se ha apreciado negligencia en la actuación del equipo médico que asistió el parto. "Se siguieron todos los pasos normales en la asistencia a un parto. Los registros están correctos, se exploró al niño, y aunque la diferencia entre la negligencia y el error es muy sutil, parece que aquélla no se produjo", dijo.

El gerente añadió que la muerte del bebé se esperaba. "Era un fallecimiento esperado, ya que debido a su gran inmadurez era muy improbable que sobreviviera".

La administración sanitaria no tomará ninguna medida hasta que el juzgado de Instrucción número 13 de Sevilla, que lleva el caso, se pronuncie. Feliciano Perejón presentó dos denuncias contra el SAS, una por imprudencia temeraria de los facultativos que atendieron a su hijo y otra por denegarle la dirección del hospital el certificado de nacimiento. Las actuaciones judiciales son secretas.