Los psicologos británicos advierten contra el uso de terapias perversas
El denominado síndrome de la falsa memoria, por el que un adulto recuerda haber sufrido de niño abusos sexuales que nunca sucedieron, no puede ser provocado sólo por un psicólogo. El paciente ha debido imaginar antes dichos actos con gran intensidad. Un experto autoritario sí es capaz, sin embargo, de hacerle creer falsedades. Es lo que se llama terapia perversa.
A esta conclusión acaba de llegar la Sociedad Británica de Psicología después de investigar la labor de 800 colegiados. En el Reino: Unido, 500 familias aseguran haber sido acusadas sin motivo de maltratar a su prole. En Estados Unidos, el caso de hijos demandando a sus padres, en la madurez por una violación infantil ha llegado ya a los tribunales.
Las peleas entre personajes famosos han subrayado los peligros de ciertas formas de terapia psíquica. Con su estudio, la BPS ha intentado deslindar prácticas científicas de sesiones que pueden deformar la memoria del cliente. La Sociedad Británica para la Falsa Memoria, que agrupa a las familias acusadas de abusos sexuales, lo ha calificado ya de "decepcionante e incorrecto".
En el informe, nueve de cada diez psicólogos entrevistados (810 en total), aseguran que los recuerdos de traumas infantiles suelen ser verdaderos. El 50% de estos expertos señala, que los pacientes han ido recuperando la memoria a medida que avanzaban las sesiones. No es extraño incluso que acudan a ellas porque su pasado ha empezado ya a removerse. Dos tercios de los expertos creen también, sin embargo, que es posible falsear dicho pasado.
La Sociedad para la Falsa Memoria sostiene que psicólogos sin escrúpulos convencen al paciente de que su malestar es siempre fruto de un abuso sexual. Luego le ayudan a recrearlo.
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