La peseta se enfrenta a una semana clave, tras los intentos del Gobierno de eliminar incertidumbres

Todas las miradas, volverán a estar clavadas hoy en la peseta y en la Bolsa. La divisa española afronta una semana marcada por la incertidumbre política y económica. Las medidas adoptadas por el Consejo de Ministros el pasado viernes y la "mano tendida" por el presidente del Gobierno para que se abra un diálogo político que refuerce la recuperación económica tienen un duro examen, a partir de hoy. Mientras, en un intento más de tomar la iniciativa, el ministro de Industria y Energía, Juan Manuel Eguiagaray, volvió a lanzar ayer la idea de iniciar un gran debate social sobre política industrial.

Los mercados financieros tienen la palabra. La obligada tregua del fin de semana dará paso hoy a una jornada en la que se van a poner a prueba los intentos del Gobierno de acabar con las incertidumbres de todo tipo que rodean a la economía española.En primer lugar, los mercados delimitarán hasta qué punto les resultan creíbles y eficaces las medidas adoptadas por el Consejo de Ministros en su reunión del pasado viernes. Especialmente significativo será el efecto de la decisión más importante, el recorte del gasto público en 150.000 millones de pesetas.

Los mensajes lanzados por el ministro de Economía y Hacienda Pedro Solbes, también pueden tener influencia. Solbes, en una entrevista a EL PAÍS publicada ayer, reclamaba un mayor apoyo por parte de los agentes políticos y económicos para la maltrecha peseta, algo que ha echado de menos en los últimos días. El ministro, tras descartar devaluaciones y subidas inminentes de tipos de interés, lanzaba un mensaje de optimismo: "Espero que se supere la crisis monetaria este fin de semana [en referencia al que acaba de concluir]".

Pero el termómetro de los mercados financieros también servirá para calibrar la propuesta del presidente del Gobierno, Felipe González, de ofrecer "una mano tendida" para abrir un diálogo político encaminado, entre otras cosas, a fortalecer la recuperación económica; así como para medir la negativa del Partido Popular a estrecharla.

Este complejo abanico de variables se encontrarán los mercado cuando abran esta mañana. La peseta, que se ha depreciado un 5% respecto al marco alemán desde que estalló el caso GAL, tratará de mantenerse con la tendencia al alza que presidió sus últimos movimientos del pasado viernes, después de superar los vaivenes provocados por el rumor de un supuesta entrevista entre el Rey y el presidente Gobierno, luego desmentido.

El cambio medio fijado por el Banco de España a primera hora de la tarde quedó en 87,20 pesetas por marco, con una leve recuperación de la divisa española sobre la jorriada anterior. Después, y a medida que iba cosumiéndose la tarde la peseta mejoraba, llegando a alcanzar un cambio de 86,85 por marco. Una recuperación más evidente fijó la Bolsa ese mismo día. Subió 3,10 puntos (un 1,12%), tras una preocupante racha de descensos continuados.

Mientras tanto, continúan llegando las buenas noticias del exterior sobre el comportamiento futuro de la economía española. Según un informe de la Unión de Banco Suizos (UBS), el producto interior bruto (PIB) crecerá en España un 2,8% en 1995 y un 3% en 1996. El primer banco helvético también pronostica un leve descenso del paro y sólo pone un pero: seguirán los problemas con el déficit.

A la espera de lo que dictaminen los mercados, el Gobierno continúa intentando tomar la iniciativa con nuevas medidas. Ayer mismo, el ministro de Industria y Energía, Juan Manuel Eguiagaray, volvió a lanzar la idea de abrir un gran debate social sobre política industrial, una de las grandes asignaturas pendientes de los últimos gabinetes socialistas. Este debate se realizaría en tomo al documento Una política industrial para España. Una propuesta para debate, aprobado el pasado viernes por el Consejo de Ministros.

La intención de Eguiagaray es presentar a agentes sociales y expertos el documento para que añadan sus ideas y sugerencias. Una vez cubierto este objetivo, se elaborará un nuevo documento que será remitido al Congreso de los Diputados para que se efectúe el correspondiente debate a nivel político.

El documento aprobado por el Gobierno recoge, según fuentes de Industria, las dificultades que atraviesa la industria española y resalta "la necesidad de realizar una adaptación de las. estructuras productivas a las condiciones rápidamente, cambiantes de los mercados y a las innovaciones tecnológicas".