Se estrena la película macedonia, 'Before the rain', gran triunfadora en la última Mostra de Venecia
La actriz Uma Thurman logró que esta humilde obra desplazase a 'Asesinos natos'
El último festival de Venecia iba a coronar, como ganadora única del León de Oro a la película americana Asesinos natos, dirigida por Olivier Stone y escrita por Quentin Tarantino, cuando a Uma Thurman, actriz sueca miembro del jurado, protagonista de Pulp fiction, irritada ante el papanatismo proamericano, decidió emprender una cruzada nocturna telefónica. Fue llamando a sus colegas de jurado para pedirles que reflexionasen, que era injusto olvidarse de la magnífica Before the rain sólo porque el director se llamaba Manchevski, era macedonio y desconocido.
La voz de Thurman al teléfono debió tener tanto poder de seducción como su físico en la pantalla, y al día siguiente, cuando se leyó el fallo del jurado, la sorpresa fue enorme, pero bien recibida: Before the rain era León de Oro."He estudiado cine en Estados Unidos, en una universidad al sur de Illinols. Cuando acabé esos estudios regresé a Macedonia. Era en 1982 y creía poder rodar una película en mi país. No lo logré y de nuevo me marché, muy decepcionado a EE UU. No quería volver a Macedonia, pero mi tía, que es la mujer que me ayudó a crecer, se puso enferma. Hacía mucho tiempo que no viajaba a mi país y llegué justo cuando estallaba la guerra contra Eslovenia y con los croatas. En Skopia, en el aire, flotaba algo extraño, como cuando se prepara una tormenta y si has bebido mucho café notas en la boca y en los oídos esa presión", explica gráficamente Milcho Manchevski.
Before the rain es un filme que presenta tres historias sobre un fondo conflictivo: el de las relaciones entre macedonios ortodoxos y albaneses musulmanes. "Los tres relatos son arquetipos de base, mitológicos", afirma el director. "La primera es Romeo y Julieta; la segunda, Hamlet, y la última no es otra cosa que el retorno de Ulises. No me he inventado esas historias, están ahí desde hace centenares o miles de años, pero lo que sí espero que sea nuevo es la manera de abordarlas o los sentimientos que las recorren".Instalado desde hace 10 años en el East Village de Nueva York, autor de videoclips de éxito -"es una manera de estar dentro de la industria, de mantenerse en forma y de pagar el alquiler"-, Manchevski se convirtió en cineasta el día en que su trabajo como escritor topó con una evidencia: la de un idioma muy minoritario. "El macedonio lo hablan menos de dos millones de personas en el mundo, un millón y medio de las cuales viven en Macedonia. El cine me, permitía entrar en contacto con otra gente, salir de mis fronteras. Y me fui a América porque el cine allí es un concepto, y un concepto no es necesariamente la realidad americana. Cuando se tienen 18 años y todo se ve desde el Tercer Mundo, ese concepto puede ser atractivo".
Se reprocha a Manchevski un cierto esteticismo, un cierto "embellecimiento" de la realidad. Él se defiende exponiendo su método de trabajo y las ideas en que éste se sustenta. "Antes de rodar preparé una story-board de 1.200 dibujos, hice unas 5.000 fotos de localizaciones, preparé todas las combinaciones de color, elegí el tipo de composición que iba a dominar cada secuencia y me impregné de referencias pictóricas o fotográficas. Las ideas brillantes hay que almacenarlas, organizarlas, porque si no, luego, durante, el rodaje, tienes tantos problemas que resolver que te olvidas de ellas. Además, creo que mis planos son hermosos, pero están al servicio de un objetivo, no son gratuitos. No veo en qué sentido serían mejores menos cuidados".
La situación en la ex Yugoeslavia pesa sobre Before the rain, pero se trata de tres relatos que no admiten lectura simple, en clave política. "Crecí en plena guerra fría, durante el comunismo, y basta para insuflarme una profunda repugnancia por los discursos que sostienen que el cine puede enseñarte cosas respecto a la vida o que convierten las películas en espejo de la realidad. No hay duda de que aprendemos también de los filmes, pero su misión no es didáctica. En los Balcanes, la paz es una excepción y no la regla".
Babelia
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