Los otros conflictos
La primera huelga en la historia del Museo del Prado se realizó en el mes de octubre de 1987 y duró 17 días. Antonio Solano, el presidente del comité de empresa, ya trabajaba en la pinacoteca y el director de entonces era el historiador Alfonso Pérez Sánchez. Los funcionarios pedían un aumento de sueldos y un plus razonado por las responsabilidades que implicaba su trabajo en la principal pinacoteca del país. Miles de personas, especialmente turistas ocasionales -un millón y medio de personas visitan cada año las instalaciones-, se quedaron en aquella ocasión sin poder contemplar la obra de Goya o la de Velázquez.La incidencia de los otros paros fue mucho menos importante puesto que sólo duraron horas. La segunda convocatoria de paro se realizó en primavera de 1989 y la tercera en la Semana Santa de 1990. En esta ocasión se reivindicaba la firma de un convenio colectivo y se pedía la modernización de las estructuras del museo. La incidencia fue, según la direción, fue escasa. Únicamente la sala de Rubens y la de pinturas negras de Goya se cerraron por seguridad. Los trabajadores se manifestaron, haciendo una parodia de las procesiones de Semana Santa, disfrazados de nazarenos.
Fuentes sindicales precisaron que el paro de cuatro horas previsto para hoy será un éxito aunque no lo secunden todos los empleados, puesto que una buena parte del sector de vigilantes, mantenimiento y taquillas sí la realizarán y con eso basta para cerrar el museo.
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