Homenaje a Prieto

Antes de terminar el año Claudio Prieto, en el que hemos celebrado los 60 de su nacimiento, la Sociedad General de Autores de España le ha dedicado un concierto a cargo de la Orquesta de Cámara Reina Sofía, dirigida por Rafael Frübeck de Burgos.Se revisó el Concierto latino, pata clarinete y orquesta reducida, estrenado en 199 1. Está dedicado al instrumentista zaragozano Adolfo Garcés (1947), buen músico y espíritu inquieto. Se estrenó luego La Frübeck Symphonie, dedicada al maestro español de origen alemán. Hace el número tres de las obras escritas por Prieto dentro del estilo de pensar la música que determina la sinfonía, pero sin condicionamientos con respecto a la forma.

Ambas, como la reciente Ensoñaciones, dan la imagen madura y decidida de un músico que, después de transitar por las distintas tendencias y procedimientos actuales, sigue su camino desde una libertad creativa y una voluntad de belleza admirables.

No gusta Prieto de alusiones demasiado directas y tampoco se encierra en la abstracción. Y si queda claro el impulso y el aura latinas en el Concierto, tocado con perfección por Garcés, no son menos evidentes las referencias en la sinfonía, cuya idea central es un homenaje a Frübeck: desde las raíces hispánicas, en la primera parte; desde un difuso pangermanismo, no exento de resonancias españolas, en la segunda. La tercera sintetiza y fusiona todos los componentes ideológicos, expresivos y técnicos.

En la reciente biografía de Prieto, escrita por Pliego de Andrés, puede la línea evolutiva de un compositor que interesó a todos desde el primer momento. Es un lírico castellano, un expresivista que sabe detenerse ante posibles excesos, a la vez que posee un carácter alegre, grave y responsable. Todo ello se acusa en la, nueva Sinfonía, de la que su destinatario, Frübeck, hizo una magnífica y brillantísima presentación, después de unas palabras de ofrecimiento pronunciadas por Eduardo Bautista en nombre de la SGAE. Un público numeroso aplaudió con calor.