_
_
_
_

Las cuentas de los acusados en Filesa no cuadran con sus declaraciones fiscales

Los inculpados en el caso Filesa, el senador del PSC-PSOE Josep Maria Sala, el ex diputado del PSOE Carlos Navarro y los administradores Alberto Flores y Luis Olivero, mantienen importantes diferencias entre los ingresos de sus cuentas bancarias y sus declaraciones del IRPF, según consta en un nuevo informe de los peritos de Hacienda adscritos al caso Filesa. Los peritos han analizado las cuentas corrientes de los cuatro acusados entre 1987 y 1992 y han establecido las diferencias con sus declaraciones de Hacienda, que algún caso alcanzan más de 28 millones de pesetas.El informe de los peritos se limita a constatar las diferencias de sus respectivas declaraciones del IRPF con los movimientos bancarios sin hacer consideraciones sobre lo que a primera vista pueden parecer infracciones a la ley del IRPF e incluso delitos fiscales.

Los peritos explican que no todos los rendimientos que constan en las declaraciones tributarias están recogidos en las cuentas bancarias, "puesto que el interesado puede haber percibido ingresos en metálico". "Pero es evidente", añaden, "que los ingresos declarados deben ser iguales o superiores, en principio, a los ingresos que figuran en los extractos de los movimientos bancarios". Sin embargo, sucede al revés en todos los casos y en todos los años.

Traspaso entre cuentas

También explican que al no haber dispuesto de los justificantes de todos los movimientos bancarios "puede que no se haya detectado la algún traspaso entre cuentas, que minore el importe total de los ingresos computados".El informe analiza en primer lugar las cuentas bancarias del senador Josep Maria Sala. En 1987, sobre unos ingresos de 17.194.480 pesetas imputables a sus diez cuentas corrientes, los peritos aprecian una diferencia de 226.566 con sus fondos disponibles según los 16.967.914 de pesetas que declara. Pero esa pequeña diferencia se amplía en los años siguientes: 1,1 millones en 1988; 5,8 millones en 1989; 3 millones en 1990, 5,7 millones en 1991 y 3,9 millones en 1992. Paralelamente, sus ingresos disminuyen de los 17 millones de 1987 a 11 en 1992.

El caso del ex diputado Carlos Navarro es el más espectacular: en 1987, de unos ingresos de 28 millones imputables a sus cuentas corrientes, hace una declaración de rentas de 5 millones, por lo que los peritos constatan una diferencia de 23 millones. En los años siguientes, las diferencias entre sus ingresos bancarios y sus declaracionesa Hacienda son de 15,4 millones en 1888 y 9,8 millones en 1989. En 1990, los peritos le atribuyen ingresos de 34 millones y declara 5,8, con lo que la diferencia es de 28,2 millones.

En el caso de Alberto Flores, accionista de Malesa, las diferencias son de unos tres millones casi todos los años excepto de medio millón en 1988 y de 13 millones en 1991. Los peritos constatan una adauisición de activos financieros por importe de 2,4 millones "con fondos que no procedían de las cuentas corrientes de las que Flores figuraba como titular.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

En el caso de Oliveró, adminsitrador único de Filesa, Malesa y Time Export, las diferencias entre sus cuentas y su declaración se van reduciendo desde los 9,2 millones de 1987 a 1,5 millones de 1991.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_