La Academia de Cine rinde homenaje al productor Alfredo Matas
Medalla de oro para la labor de una vida
"Haced la película cuando creáis en ella, cuando la tengáis en el corazón, nunca por su oportunidad". Éste fue el secreto que reveló el productor Alfredo Matas a sus colegas en el homenaje que la Academia del Cine le ofreció en la noche del domingo en Madrid. Una cena de gala con 186 comensales, la concesión de la medalla de oro de la Academia, muchos amigos y muchos recuerdos rodearon al legendario productor de filmes de Buñuel, Orson Welles y, sobre todo, de Berlanga. En total, 35 producciones desde la mítica Plácido en 1961.
No faltó casi nadie a la velada -salpicada de intervenciones y de escenas proyectadas en una gran pantalla-, que terminó de madrugada con una gran sorpresa para Matas, gran enamorado del jazz: la actuación del saxofonista Pedro Iturralde y su banda.La ministra de Cultura, Carmen Alborch, compartió mesa de honor con el homenajeado y su mujer, la actriz Amparo Soler Leal; el cineasta García Berlanga; el presidente de la Academia, José Luis Borau, y Jordi García Candau, director general de RTVE, cadena que grabó toda la ceremonia. Las enemistades naturales entre directores, productores y actores que todos se atrevieron a confesar desaparecieron como por arte de magia.
Directores como Emilio Martínez Lázaro, Jaime de Armiñán, Jaime Chávarri, Pilar Miró y José María Forqué acudieron engalanados a la cita, y allí se encontraron con productores. como Andrés Vicente Gómez, Elías Querejeta y Pedro Pérez.
Los actores también asistieron a la cita. Marisa Paredes, Verónica Forqué, Imanol Arias, José Sacristán, María Asquerino, José Luis López Vázquez y Gabino Diego, que actuó de presentador estrella, recordaron sus encuentros con su enemigo Alfredo Matas, a quien imploraron nuevos trabajos.
Amor y odio
"Alfredo, eres el productor al que he podido odiar más y al que luego he querido más", le dijo Pilar Miró, que ha realizado tres filmes con Matas -El crimen de Cuenca, Gary Cooper que estás en los cielos y Hablamos esta noche-. "No engaña a nadie, te dice lo que quiere conseguir de ti y juro que lo consigue siempre", explicó a los invitados Pilar Miró. José Sacristán, actor y director de películas como Cara de acelga, recordó que, gracias al amor, el entusiasmo y la generosidad de Matas, consiguió realizar la aventura de dirigir una película que, aunque confesó que: no la vieron "ni siquiera los curiosos" continúa siendo "un buen sueño".Y mientras, Jaime de Armiñán. resaltó la ecuanimidad y educación de Matas, Francisco Regueiro puso el acento en la sensibilidad, coraje y olfato del productor.
Pero fue la intervención de Luis García Berlanga, el gran compañero de Matas, su gran amigo, la más esperada de la noche. Sus palabras no dejaron lugar a dudas de su estrecha unión, quizás más productiva y exitosa de la historia del cine español. El trabajo empezó con Plácido, en 1961, y ha continuado con otros seis míticos filmes de Berlanga, entre ellos los de la trilogía Nacional.
"Seguiremos haciendo películas", auguró Berlanga, que citó a su amigo en un sex-shop antes de ponerse a trabajar en el próximo proyecto.
Amparo Soler Leal asistió, guapísima y en silencio, a todos los halagos a su marido. Pero fue el suyo el más emotivo y el que puso a todos los presentes en pie ante las lágrimas del matrimonio y las peticiones de que cesaran los aplausos.
"Hemos envejecido juntos, hemos tenido muchas mujeres y lo hemos llevado muy bien, pero la suerte que tenemos es que Plácido sigue ahí y eso vale la pena", susurró al final Amparo Soler Leal, ante lo que calificó como "una de las noches más bonitas de mi vida".
Babelia
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