La banda no logra establecer un grupo activo en Navarra
Los intentos de ETA para reconstruir un grupo de activistas operativo en Navarra se han visto de nuevo frustrados. La etapa más sanguinaria del comando navarro terminó en 1987 con la detención de su líder, Mercedes Galdós, una de las etarras más buscadas y sobre la que pesan ocho asesinatos.
El último golpe al comando Nafarroa se produjo en junio de 1992 en Burlada, la localidad que casi siempre ha elegido ETA como centro de operaciones en Navarra. Los dos cabecillas del comando, Javier Goldaraz Aldaya y Santiago Diez de Uriarte, lograron escapar de la primera redada, en la que cayeron 10 colaboradores de la banda terrorista, debido a un fallo policial. Ambos fueron detenidos el 19 de junio, tras pasar tres días ocultos en el cuarto de ascensores de un edificio de Pamplona.
Goldaraz, uno de los participantes en el secuestro del industrial Adolfo Villoslada en 1989, había logrado escapar en 1990 del tiroteo de la Foz de Lumbier, otro fallido intento de reconstrucción del comando Nafarroa que se saldó con el asesinato de un sargento de la Guardia Civil y el suicidio de dos activistas. Goldaraz fue el encargado de trasladar a Lumbier a los etarras Germán Rubenach, Susana Arregui y Juan María Lizarralde, Heavy. Le acompañó otro de los miembros más activos del Nafarroa, Juan José Zubieta Zubeldia, que también participó en el secuestro de Villoslada y que, tras los sucesos de Lumbier, se integró en el comando Barcelona. En sus filas participó como conductor en el sangriento atentado contra la casa cuartel de la Guardia Civil en Vic, en el que fallecieron nueve personas, entre ellas cuatro niñas.
Objetivo: Roldán
Se da la circunstancia de que uno de los objetivos del comando Nafarroa desarticulado en 1990 era el ahora prófugo Luis Roldán. En los documentos intervenidos al grupo terrorista tras los sucesos de la Foz de Lumbier se hallaron planes detallados para asesinar con un rifle de precisión al entonces director de la Guardia Civil durante los Sanfermines de Pamplona.Otro intento de ETA para formar un grupo terrorista operativo en Navarra acabó también en fracaso. El comando Txomin Iturbe quedó desmantelado en abril del año pasado tras fallecer el activista José María Igerategi, Ijitu, al estallar la bomba que llevaba en una mochila y que se disponía a colocar en Vitoria. El otro activista que le acompañaba, Francisco Javier Chimeno, huyó a Francia sin retirar el material explosivo y las armas que el comando guardaba en un piso franco en Burlada.
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