Otoño negro para la organización terrorista

La desarticulación del comando Nafarroa es el último de una serie casi ininterrumpida ole golpes policiales a ETA, tanto en España como en Francia, que están quebrando la capacidad de la banda terrorista para reconstituirse después de cada caída.Uno de los últimos hachazos recibido por ETA fue la detención del jefe del comando Vizcaya, José Luis Martín Carmona, Koldo, el pasado 18 de noviembre en Loiu (Vizcaya), tras el atentado frustrado contra el sargento de Infantería José Luis Carrollo, que se defendió de sus agresores a tiros.

En el posterior enfrentamiento con la policía autónoma vasca, perdió la vida el etarra Ángel Irazabalbeitia y resultaron heridos el ertzaina Jesús Marzán Otero y la activista Lourdes Txurruca. En los días siguientes, la policía autónoma detuvo a doce presuntos colaboradores del comando y registró una veintena de pisos y locales.

Allí se encontró un coche bomba listo para ser utilizado, casi 150 kilos de explosivos y abundante documentación que demostraba que ETA había intentado asesinar repetidamente al consejero de Interior del Gobierno vasco y responsable de la Ertzaintza, Juan María Atutxa, lo que provocó una verdadera conmoción en las filas del PNV.

Detención de Mobutu

El golpe al comando Vizcaya se produjo sólo un día después de que la policía francesa, en colaboración con la Guardia Civil, detuviera en Tolón, en la Costa Azul, a Félix Alberto López de la Calle Gauna, Mobutu, presunto jefe de los comandos armados de ETA y número dos de la organización.

Junto a Mobutu, de 34 años, fueron capturados. otros cuatro miembros del aparato militar de la banda: José María Olabarrieta Olabarrieta, responsable de captación e información, Garbiñe Gómez Gorrotxategui, de 35 años, Jesús María Zabala Muguiro, de 36; y Pilar Mondragón Zabala, de 44.

El ministro de Justicia e Interior, Juan Alberto Belloch, no dudó en calificar el golpe como "el más importante desde la captura de la cúpula de ETA" en Bidart (Francia), en marzo de 1992.

Los etarras fueron capturados mientras seguían "un curso de entrenarniento". En su poder se encontraron 10 sacas de 50 kilos de documentación sobre citas, contactos y planos e informaciones sobre futuros atentados, aparte de cinco armas cortas, y 20 sobres con dinero -1.400.000 pesetas y 30.000 francos- para el pago de taldes ilegales o grupos fichados por la policía.

Mobutu tenía en su bolsillo un billete del TGV, el tren de alta velocidad francés, para viajar esa misma tarde a París, pero no pudo utilizarlo.