Fría acogida internacional a un plan de Karadzic para acabar la guerra en Bosnia
Una propuesta de seis puntos de Radovan Karadzic para acabar la guerra en Bosnia, que incluye la mediación del ex presidente norteamericano Jimmy Carter, ha sido acogida fríamente, cuando no con sarcasmo, por Estados Unidos, los aliados europeos, la OTAN y los propios musulmanes bosnios. El líder serbobosnio, que considera su proyecto un plan de paz, ha invitado a Carter a que le visite en su feudo de Pale, a lo que el ex mandatario parece inicialmente dispuesto, según ha comunicado al presidente Clinton.
Karadzic, que hizo su propuesta en una entrevista telefónica de la cadena de televisión CNN, ofrece ceder algunos territorios de Bosnia no especificados, liberar a los prisioneros de guerra menores de 19 años y a los cascos azules que retiene, garantizar la libertad de movimientos de los convoyes humanitarios, un alto el fuego en Sarajevo y la reapertura sin restricciones de su aeropuerto; y, por último, respeto de los derechos humanos.Clinton, por medio de una nota oficial, aseguró que la solución para Bosnia sigue siendo el plan de paz aprobado por el grupo de contacto (Estados Unidos, Francia, el Reino Unido, Alemania y Rusia), pero añadió que "si se aplican los pasos prometidos por Karadzic, sería una ayuda para reducir las tensiones y mejorar la situación humanitaria", informa Antonio Caño.
Su ministro de Defensa, William Perry, dijo en Bruselas que los seis puntos no constituyen ningún plan, sino una declaración de intenciones que puede ser papel mojado en 24 horas. "Necesitamos algo más sólido", concluyó. El secretario general de la OTAN, Willy Claes, dijo con escepticismo: "No encuentro que sea un plan de paz, sino más bien una elaboración de puntos". Claes, informa Xavier Vidal-Folch, insinuó también la inconveniencia de la mediación del expresidente Carter, al señalar que no cree que "si hay verdaderos deseos de un alto el fuego, se necesite un intermediario".
La idea de que el ex presidente Carter medie en Bosnia ha sido recibida con profundo escepticismo en la Casa Blanca. Después de que Carter y Karadzic hicieran pública esta nueva iniciativa, Washington se apresuró a marcar distancias y ha advertido que la gestión del ex presidente, de llevarse a cabo, sería estrictamente privada.
En la sede de Naciones Unidas en Nueva York el portavoz de Butros Butros-Gali dijo ayer no tener "ningún comentario" que hacer a la propuesta de Karadzic. Un portavoz en Zagreb, más explícito, señaló que se trataba básicamente de volver en Bosnia a la situación de hace dos meses. Para el ministro francés de Exteriores, Alain Juppé, que considera "inaceptable" la oferta, hay incluso "un elemento de provocación" en la actitud del psiquiatra Karadzic.
El plenipotenciario de la ONU, Yasushi Akashi, transmitió el miércoles a Karadzic que recomendaría la salida de los cascos azules de Bosnia si no pueden cumplir su misión con libertad. Un convoy de Naciones Unidas con 106 toneladas de comida para el sitiado enclave de Bihac fue autorizado ayer por los rebeldes serbios de Croacia tras 24 horas de retención; 180.000 personas están amenazadas de hambruna a medida que cae el invierno balcánico.
El único punto nuevo en los planteamientos serbios es la excarcelación de los soldados bosnios menores de 19 años. La liberación de los cascos azules ya había sido prometida y cumplida parcialmente; el alto el fuego en Sarajevo no es más que el respeto de lo firmado en febrero de este año, a raíz del ultimátum de la OTAN; su aeropuerto ha sido cerrado muy a menudo tras amenazas de las tropas de Karadzic y reabierto después rutinariamente; y la libertad de movimientos de los convoyes de la ONU es un mandato internacional que el líder serbobosnio viola sistemáticamente.
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