Espasa-Calpe publica la obra completa del dramaturgo Antonio Buero Vallejo
Los dos volúmenes incluyen una pieza de teatro inédita, poesía, narrativa y ensayo
"Antes nunca quise oír hablar de obras completas; cuando a un señor se le hacen las obras completas ya es el panteón. Duraré lo que pueda y escribiré lo que pueda", aseguró ayer un emocionado Antonio Buero Vallejo en la presentación de su Obra completa, publicada por Espasa Calpe. A sus 78 años, el dramaturgo, que ya tiene algunas ideas para su penúltima obra, vive dedicado a preparar el estreno, en enero, de Las trampas del azar.
El habitual escepticismo de Buero sólo se rompe al hablar de la situación del teatro. "Su supervivencia", dijo antes de iniciarse la presentación, "está amenazada por la televisión; es el signo de los tiempos. El gran público se sienta ahora frente a las pantallas de televisión. La televisión se ha convertido en algo invasor. La situación también afecta al cine, pero en menor medida, porque las películas son bien acogidas en las programaciones, pero no es el caso del teatro".Y la situación se agrava día a día con la desaparición de las grandes salas. La solución para el teatro, según el dramaturgo, no pasa por las salas alternativas. "Están bien, pero son pocas, pequeñas y quedan a trasmano. Lo que hacen faltan son salas como las de antes y lo alternativo no cubre ese hueco", asegura.
Ahora dedica su tiempo a preparar el estreno en el Centro Cultural de la Villa de Madrid de la, hasta ahora, su última obra, Las trampas del azar, basada en "azares en apariencias casuales que pueden determinar el destino de ciertas personas".
Una tosecilla acompaña la conversación con Buero Vallejo. Hace casi un año que dejó de fumar, pero sigue poniéndose la pipa entre los labios por "nostalgia y por mantener cierta estética". Durante 45 años -el tiempo que lleva publicando- ha repetido, insistentemente, que escribir le aburre penosamente. Una contradicción si se tienen en cuenta las casi 4.000 páginas, recopiladas ahora en dos volúmenes, de una obra que aún no está acabada. Él replica que la palabra que mejor refleja su estado de ánimo no es el aburrimiento: "Me causa dificultad, sufro con ello, debe ser el miedo ya clásico a la página en blanco y la dificultad misma de la tarea; luego está el resultado final, y hay cosas que están bastante logradas y otras que no me convencen".
Buero, que sigue compaginando su actividad literaria con su trabajo como académico de la Lengua, fue Premio Cervantes de Literatura en 1986. En la colección Clásicos Castellanos, que ahora edita la totalidad de su obra, se publicaron antes las obras de Antonio Machado, Miguel Hernández y Gonzalo de Berceo. Buero, el único autor vivo que ha publicado en esta serie, no acepta que, se le etiquete como clásico. "Prefiero que el clasicismo se quede para los que ya no están, para mí es un honor infundado".
La Obra completa ha sido recopilada por Luis Iglesias Feijoo y Mariano de Paco, catedráticos de Literatura Española en las universidades de Santiago y Murcia. El propio dramaturgo ha colaborado con ellos en la búsqueda y fijación de los textos.
Creación no dramática
"Han hecho un trabajo admirable", asegura Buero al referirse a "sus preparadores". Muchas cosas las han encontrado ellos mismos, recurriendo incluso a las hemerotecas, pero "otras cosas las he proporcionado yo, que soy algo hormiguita. Todo, salvo una obra inédita, Una extraña armonía, que he rescatado de los cajones y he indultado de mala gana, estaba publicado". El autor reconoció que ha destruido un par de originales "muy flojos" que había escrito en su primera época. Eran, dijo, anteriores a su primera obra, Historia de una escalera, de 1949.Aunque fundamentalmente se le conoce como autor teatral y su vocación inicial fue la pintura, el segundo volumen de su Obra completa recoge casi la totalidad de su creación no dramática: poco más de una veintena de poemas -"escritos por obligación amistosa, porque te los piden para un homenaje, como los de Machado, Alberti, Dámaso Alonso, Gerardo Diego o Luis Rosales, que si no no se me hubiera ocurrido"-, narrativa y, sobre todo, ensayo: 300 trabajos agrupados por temas, sobre autores y obras, y su propia teoría teatral, comprometida con los problemas sociales de hoy.
A la presentación del acto celebrado ayer en la Biblioteca Nacional acudió un centenar de invitados, entre los que se encontraban Pedro Laín Entralgo, José Ortega Spottorno y Ana Diosdado. La ministra de Cultura, Carmen Alborch, llego acabados los discursos y saludó efusivamente al dramaturgo.
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