Negarse a crecer
En medio de la marea del rock alternativo, del grunge y otras consecuencias de los noventa, vino Helloween a recordar que el denominado heavy metal tradicional aún respira. La banda alemana ha vuelto a mostrar su lado más eficaz en la reciente entrega e Master of The Rings a base del recurso a canciones sencillas de alta velocidad, estribillos quedones y coros competentes. Virtudes que otorgaron al quinteto una sólida posición en el continente europeo a finales de los ochenta.Helloween estuvo al borde del cierre por liquidación hace un año. En 12 meses han Invertido de manera milagrosa la cuesta abajo jugando las bazas que les fueron favorables temporadas atrás. Los de Hamburgo han frenado la llamada de la madurez para negarse a crecer e introducirse de nuevo en ese happy metal (metal feliz) que, aseguran, les define. Y, en efecto, hay que darles la razón: rock duro sin pretensiones, desenfadado y apto para pasar un buen rato.
Helloween
Andy Deris (voz), Michael Weikath (guitarra), Roland Glapow (guitarra, coros), Markus Grosskopf (bajo, coros), Uli Kusch (batería), Jorn Ellerbrock (teclados). Precio: 2.500 pesetas. Aforo: 1.100 espectadores. Sala Canciller. Madrid.
