Alumnos de la Politécnica recogen y arreglan juguetes

Treinta estudiantes de la Escuela Superior de Ingenieros Agrónomos de la Universidad Politécnica se han convertido, por sexto año consecutivo, en unos auténticos Reyes Magos. Desde ayer -y hasta el día 22- recogerán, ordenarán, clasificarán, arreglarán y distribuirán todos los juguetes que les lleguen a las manos.Para ello han habilitado una gran sala (el aula 13) en la Escuela de Agrónomos, en la Ciudad Universitaria, que se llenará paulatinamente de juegos destinados a niños residentes en centros de acogida de la Comunidad. Está abierta desde las ocho de la mañana a las ocho de la noche.

La distribución de muchos de los juguetes se hará según las más ortodoxas reglas de los monarcas de Oriente: a la escuela llegan -a través de la oportuna acción de los monitores de los centros- cartas de pequeños que reclaman tal o cual regalo: "Y hacemos lo que podemos, claro", cuenta José Antonio González, uno de los organizadores.

"El año pasado llegó una educadora con unas cuantas cartas de niños y empezó: 'Para Luismi, un triciclo, que lo ha pedido, y tuvimos que rebuscar un triciclo, o algo parecido", añade José Antonio. El problema es que los niños piden cosas de moda y a la escuela sólo llegan juguetes usados. Incluso rotos. Los estudiantes se arman de paciencia y arreglan los que pueden. No entregarán uno defectuoso.

Los alumnos contarán las piezas de los puzzles que les llegan, compondrán muñecas descabezadas, repintarán los juegos demasiado usados. Después los envolverán en papel transparente y los almacenarán a la espera de destinatario. Los juguetes proceden de todas partes. Hace seis años pertenecían en su mayoría a estudiantes. Pero, después de seis campañas, en las casas de los alumnos ya no quedan. Ahora les llegan de particulares, organizaciones, de tiendas...

El año pasado, estos estudiantes distribuyeron unas 70 cajas de cartón llenas de juguetes, todos arreglados y todos dentro de su plástico brillante.