Manifestacion ante el pazo del condenado

La federación gallega de asociaciones de lucha contra la droga no quiere que se apague la llama del clamor popular contra las decisiones judiciales en torno al macroproceso de la Operación Nécora. La expresión de repulsa se inició el pasado 15 de octubre con una manifestación masiva en Vigo y continuará esta tarde con una concentración frente al pazo de Baión, una de las más significativas propiedades que Laureano Oubiña tiene en Vilagarcia.El pazo, rodeado de cepas de Albariño, es todo un símbolo de enriquecimiento que la federación pretende convertir en una comunidad terapéutica para drogodependientes. En la parroquia de A Laxe, lugar natal de la esposa de Oubiña, Esther Lago, la policía vigila mientras los vecinos del lugar prefieren mantenerse en silencio.

Pero el malestar por la excarcelación de los principales encausados en el macroproceso es más apreciable por las calles de Vilagarcía. "La pena es que yo no pudiera hacer lo mismo: conseguir los millones y a los cuatro días estar de vacaciones", dice un vecino. "Ellos consiguen el dinero gracias a la droga, y después, a comer marisco, en la cárcel o donde haga falta".