Oubiña salió en libertad al apreciar el tribunal "la poderosa razón" de que no se fugará
El tribunal que dejó en libertad al capo Laureano Oubiña Piñeiro un año y medio antes de lo que le correspondía lo hizo por las "poderosas razones" de que no cree que vaya a sustraerse a la acción de la justicia y porque ha estado preso cuatro años y medio, medio más que los otros condenados a 12 años por la Operación Nécora, todos los cuales están ya en la calle. El presidente del tribunal, Francisco Castro Meije y la magistrada que redactó la sentencia, Angela Murillo, explicaron a un grupo de informadores que Oubiña estaría próximo a ser clasificado en tercer grado. "Por unos pocos meses que le restan de cumplir a este chico, no le compensa marcharse", afirmó textualmente Castro Meije.
Este año, Oubiña ha sido juzgado durante cinco meses, condenado a 12 años de cárcel y liberado antes de Navidad. El tribunal le impuso 12 años de prisión por receptación de dinero del narcotráfico y dos delitos fiscales, por lo que podría haber seguido en la cárcel, sin pronunciamiento del Supremo, hasta que cumpliese la mitad de la pena, es decir, hasta los seis años.Sin embargo, el tribunal le ha puesto en libertad cuando sólo lleva cuatro años y medio, al igual que a otros dos capos condenados a nueve años, José Paz Carballo y José Manuel Padín Gestoso. El tribunal ha puesto en libertad a Paz y Padín al llegar éstos al límite máximo de la mitad de la pena impuesta en sentencia, que ha sido recurrida.
Pero en el caso de Oubiña, según el tribunal, "se dan poderosas razones que aconsejan la inmediata libertad". Éstas son fundamentalmente dos: "No existir razones que hagan suponer que se va a sustraer a la acción de la justicia y ser el condenado que más tiempo ha sufrido de privación de libertad de todos los que lo fueron a la pena de 12 años".
Enfado de los jueces
El presidente del tribunal, Francisco Castro, y la magistrada autora de la sentencia, Ángeles Murillo, se mostraron ayer "muy enfadados". "Nos llevamos todos los palos", dijeron. En su opinión, Oubiña debía salir en libertad en virtud del principio de igualdad, ya que todos los demás condenados a 12 años se encuentran libres. Murillo dijo que dos de éstos, José Luis Abal Agra y Antonio González Padín, habían salido a petición del fiscal.
Respecto a las razones de que Oubiña no va a sustraerse a la acción de la justicia, Castro Meije explicó: "Oubiña ha cumplido cuatro años y medio de cárcel, a los que quizá haya que añadir otros dos que estuvo en prisión preventiva con anterioridad por otra causa en la que fue absuelto. Eso, más los beneficios penitenciarios, hacen que vaya a llegar a los nueve años. O sea, en unos meses Instituciones Penitenciarias le concede el tercer grado o la libertad condiconal. Entonces, por unos pocos meses que le pueden restar, a este chico no le compensa marcharse".
Los nueve años calculados por el presidente se refieren a la condena que Oubiña habría redimido, si bien otras fuentes judiciales afirmaron que el cómputo de redención de penas se hace a partir del momento en que la sentencia es firme.
La ponente Ángela Murillo explicó que el tribunal recabó de Instituciones Penitenciaras, a través de un funcionario de la Audiencia, los antecedentes de Oubiña: "Los datos los recabó Joaquín, un funcionario de aquí, de la Audiencia Nacional. Esto no llegó por ninguna vía oficial, porque, por otro lado, tampoco nos era a nosotros preciso esto para acordar esa medida. Como verán, todo claro, nítido y transparente".
La magistrada exhibió a los informadores un folio donde constan las anotaciones a bolígrafo del funcionario. Según éstas, Laureano Oubiña tiene, por redención ordinaria de penas, 502 días (suma de 167 días, más 68, más 267) sin que cosnten otras especificaciones. A continuación, consta que "ha tenido acumulación por faltas graves hasta que redime. Se corta la redención".
Sigue después otra suma por un total de 108 días de redención extraordinaria, "todos por limpieza" según el manuscrito. Los magistrados rechazaron que la libertad de Oubiña fuese una medida "graciable" y puntualizaron que Albino Paz no ha sido puesto en libertad ahora, sino durante el juicio.
Oubiña estuvo ayer en la Audiencia para firmar la primera presentación semanal a que le obliga el tribunal. Antes coincidió en una cafetería con el presunto traficante de armas Monzer Al Kassar, con quien intercambió saludos y abrazos tras las presentaciones efectuadas por sus abogados.
Acompañado por su abogado, Manuel Tuero, Oubiña dijo a Efe sentirse "fenomenalmente bien" y aseguró que volverá a Vilagarcía de Arosa (Pontevedra). "Allí tengo a las hijas en el colegio", explicó. Agregó que la cárcel "es para los perros" y anunció que presentará "docenas de querellas". Aunque no especificó contra quién, dijo que se defenderá contra quien le acuse sin pruebas.
Por otra parte, la Fiscalía Antidroga anunció que recurrirá ante el tribunal contra la excarcelación de Oubiña, ya que "todavía no ha cumplido la mitad de las penas impuestas , por lo cual no era preceptivo ponerle en libertad". El fiscal jefe, Enrique Abad, se pronunció a favor de una nueva regulación del crimen organizado.
El fiscal del Estado, Carlos Granados, muy sorprendido por la libertad a Oubiña, se mostró partidario de que "los juicios se acerquen al hecho cometido y se agilice la justicia". El ministro de Justicia e Interior, Juan Alberto Belloch, abogó en Huelva por una modificación legal que permita luchar más eficazmente contra los narcotraficantes y evite los macroprocesos, "que pueden producir resultados [judiciales] menos satisfactoriós", indicó. Belloch señaló que las sentencias no tienen que "ser ejemplarizantes", sino ajustadas a la ley.
