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Enrique Ponce sienta cátedra

Al entender la embestida de sus toros, Enrique Ponce realizó dos ejemplares faenas en las que dio cátedra de torería, saliendo a hombros de la plaza. En cambio Miguel Espinosa Armillita Chico no mostró decisión y Jorge Gutiérrez anduvo empeñoso, aunque ninguno de los dos toreros tuvo colaboración de sus respectivos astados.Enrique Ponce recibió al pronto tercero con ritmo cadencioso y conquistando terreno, en cada verónica de ensueño, rematando la bella serie con una larga. Con la franela exhibió formas depuradas de clase y poder. En su tarea, relajado, dominó la fiereza del cornúpeta que peleaba con fijeza.

Inició Ponce su faena caminándole al animal y, en los medios, le enlazó una sinfonía de derechazos, erguido, girando con garbo la cintura, bajando con elegancia la mano y corriéndola con temple. Terminó con cambios de manos y plásticos medios pases rematándolos con el de pecho de una lentitud increíble.

Begoña / Armillita, Gutiérrez, Ponce

Toros de Begoña, terciados, cómodos, débiles y descompuestos. Armillita Chico: pinchazo, media desprendida y dos descabellos (pitos); estocada (división). Jorge Gutiérrez: metisaca y media desprendida (palmas); metisaca y media estocada tendida (abucheos). Enrique Ponce: tres pinchazos y tres descabellos (ovación y salida al tercio); pinchazo hondo y cuatro descabellos (vuelta). Se destocó en el 1º el peón José Antonio Contreras por dos pares de banderillas.Monumental Plaza México, 4 de diciembre. Casi lleno.

A un toro melocotón que cerró este festejo, Ponce le instrumentó una tanda de verónicas cargando la suerte. Con la pañosa, lo meritorio de su labor fue que entendió y se acopló al extraordinario temple que tenía en su recorrido Menusito.

Inició su que hacer con pases cargados de señorío. Después vino la emotiva faena en la que bordó el toreo. La lentitud con que corría las manos al describir las suertes naturales, contrarias o ayudados, parecían detener el tiempo. Aunque volvió a fallar con el acero, los 4000 espectadores, puestos de pie, no cesaban de gritar: "¡Torero, torero!". Los dos magníficos bureles del valenciano fueron aplaudidos en el arrastre.

Indolencia de Armillita

Mientras que Armillita Chico no se decida a utilizar los conocimientos que atesora y deje a un lado la indolencia y apatía, no podrá triunfar definitivamente. El que abrió plaza punteaba y el de Aguascalientes no pudo con él. En el cuarto mostró interés pero como el bovino acudía paso a paso, no se esforzó y, la faena no apareció.Jorge Gutiérrez cargó con el peor lote de la corrida pues sus dos ejemplares fueron pitados en el arrastre. Al soso tercero le arrancó algunos largos muletazos y con el áspero quinto ejecutó ajustadas chicuelinas pero después con la sarga aburrió ya que alargó demasiado su actuación.

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