Londres y París piden Milosevic un nuevo gesto para la paz en Bosnia

Los jefes de las diplomacias francesa y británica, Alain Juppé y Douglas Hurd, respectivamente, viajaron ayer a Belgrado como avanzadilla del club de las grandes potencias -que incluye a Estados Unidos, Rusia y Alemania- para pedir al presidente serbio, Slobodan Milosevic, un nuevo gesto de paz que detenga la carnicería en Bihac y acalle las armas en toda Bosnia. El presidente serbio, instigador de la guerra que devora los Balcanes, se presenta ahora como un adalid de la paz. Bajo el estímulo franco-británico, Milosevic aseguró ayer que el derecho ofrecido a los serbios de Bosnia para confederarse con Serbia será "el mejor argumento" para que los hombres de Radovan Karadzic: acepten el plan de paz internacional.

En una conferencia de prensa al término de la reunión con los ministros de Exteriores francés y británico, Milosevic declaró que él estaba plenamente de acuerdo con el plan de paz (que concede a los serbios de Bosnia el 49% -controlan el 70% de la ex república yugoslava- y el 51 % a la confederación croatomusulmana) y volvió a hacer un llamamiento en favor de un alto el fuego.Fuentes de la delegación británica revelaron que el dirigente serbio prometió usar de toda su influencia para lograr que los serbios de Bosnia acepten el plan. Pero los serbios de Karadzic ya rechazaron el plan en un referéndum. El Gobierno de Belgrado sí respaldó el proyecto del grupo de contacto y rompió sus relaciones con sus hermanos de Bosnia.

"Lo que me han dicho los ministros es muy similar a lo que hace unos días me dijo el ministro ruso [de Exteriores] Andrei Kózirev", aseguró Milosevic, subrayando así la coincidencia entre las posturas de París, Londres y Moscú, principal valedor, este último, de los intereses de Serbía en la guerra.

En declaraciones a la cadena de televisión ABC desde Budapest, donde se encuentra para asistir a la cumbre de la Conferencia de Cooperación y Seguridad en Europa (CSCE), el secretario de Estado norteamericano, Warren Christopher, rechazó la idea de retirar los cascos azules de Bosnia y levantar, el embargo sobre la venta de armas al Gobierno de Sarajevo.

En un programa de la BBC emitido ayer, el secretario del Foreign Office británico había advertido que si el plan de paz del grupo de contacto no era aceptado sería "nevitable" la retirada de los 24.000 cascos azules destacados en Bosnia.

Los jefes de las diplomacias francesa y británica acudieron a Belgrado con el objetivo inicial de trasmitir a Milosevic los acuerdos adoptados por el grupo de contacto (Francia, Reino Unido, Alemania, Rusia y EE UU) el pasado viernes: las negociaciones con los serbios de Radovan Karadzic sólo se reanudarán si se produce un alto el fuego inmediato en el enclave musulmán de Bihac y el cese general de las hostilidades en toda Bosnia. A cambio, las grandes potencias estarían dispuestas a abrir la puerta a una confederación de los serbios de Bosnia con la actual Yugoslavia (Serbia y Montenegro).

"Vamos a intentar aumentar la presión, especialmente sobre los serbios de Bosnia, para que el plan [del grupo de contacto] sea aceptado", anunció Hurd en su intervención en televisión, "nos tomaremos algún tiempo -unas semanas- en conseguirlo, pero si el plan fracasa, creo que el levantamiento del embargo de armas, precedido por la retirada de las tropas de las Naciones Unidas, podría resultar inevitable".

Las grandes potencias han dejado entrever que aceptarían alguna modificación en su plan para Bosnia, siempre y cuando ello no suponga una variación de los porcentajes adjudicados y que serbios, de un lado., y croatas y musulmanes, de otro, se pongan de acuerdo en los intercambios de territorios.

El primer ministro bosnio, el Haris Sílajdzic, criticó ayer las "concesiones" que las grandes potencias proyectan ofrecer a los serbios. "Hemos ofrecido en bandeja de plata media Bosnia a un régimen fascista", dijo el primer ministro de Sarajevo, quien se opuso a que los serbios de Bosnia se puedan confederar con Serbia.