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Valerio Lazarov paga con su cabeza la crisis económica y de audiencia de la cadena Tele 5

El ex director atribuye lo ocurrido a "los dogmas que ha sido necesario aceptar"

Una nota de cinco párrafos bastó ayer al Consejo de Administración de Tele 5 para formalizar la caída de Valerio Lazarov, de 57 años, el artífice de los éxitos de la cadena entre 1990 y 1993, convertido ahora en el cabeza de turco de la crisis económica (pérdidas superiores a 6.000 millones anuales) y de audiencia (ocho-nueve puntos por debajo de Antena 3 TV) que vive Tele 5. La destitución de Lazarov ha sido presentada como la aceptación de su renuncia a los cargos de consejero-delegado y director general, acompañada de una oferta para que continúe como consejero -que el afectado posiblemente rechazará-, en vísperas de que Maurizio Carlotti, un ejecutivo de Fininvest, tome las riendas.

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La noticia era esperada desde que los hombres de Fininvest exigieron la cabeza de Lazarov en la reunión del Consejo de Administración del 24 de noviembre. Se pone fin así a 14 años de colaboración de Lazarov con Berlusconi, que le llevó a Tele 5 en 1990 y ahora le pone en la calle, envuelto en el celofán de una catarata de elogios."El Consejo ha agradecido al Sr. Lazarov los servicios prestados a la empresa desde su fundación", asegura la nota distribuida ayer. "Ha servido con gran esfuerzo y dedicación, poniendo a contribución sus reconocidos conocimientos profesionales ( ... ) Telecinco ha solicitado al Sr. Lazarov que siga perteneciendo a ( ... ) la empresa que de modo tan decisivo contribuyó a fundar (... ) El Consejo de Administración quiere hacer público su reconocimiento al consejero delegado y director general saliente", son algunos de los elogios al caído.

Pero no es menos cierto que, según ha podido saber este periódico, Lazarov escribió recientemente una carta a Berlusconi, en la que aludía a Franco Tató -consejero delegado de Fininvest- como la persona que le había transmitido la voluntad de Berlusconi de alejarle de Tele 5. En esa misiva, Lazarov expresaba su confianza en que el tiempo le hiciera justicia y que se desmintiera a los que habían puesto en duda su dignidad humana y profesional. A la vista del comunicado de ayer, la respuesta italiana no puede estar más clara: por elogios, que no quede.

Todo comenzó a ir mal entre Lazarov y el grupo de Berlusconi en abril de este año, cuando un comité de gestión, enviado por Fininvest, comenzó a sustituir de hecho al equipo directivo en la toma de decisiones clave.

Comienza la crisis

Las críticas se basaban, esencialmente, en una auditoría interna realizada por Maurizio Carlotti, el gestor que Berlusconi envía ahora a España. Se desconoce quien llevará la responsabilidad de la programación.

La crisis estalló el pasado día 24, cuando los representantes de Fininvest acudieron a Madrid a comunicar su voluntad de relevar a Lazarov y a casi todo su equipo de confianza. La tormentosa reunión no desembocó en un estallido inmediato porque se ha necesitado más de una semana para negociar los pormenores de la marcha de unos directivos dotados de contratos blindados, que fueron realizados en 1992 para defender a la cadena de las posibles apetencias de sus competidores.

El proceso de caída de Lazarov ha durado todo este año. La pérdida de los primeros puntos de audiencia desde la creación de Tele 5, que se registró en el último cuatrimestre de 1993, hizo descender en pocos meses a la cadena desde el segundo al tercer puesto entre las televisiones en España. Los ejecutivos de Fininvest nunca se pusieron de acuerdo con Lazarov sobre la forma idónea de volver a conseguir el éxito inicial.

Aunque Lazarov permanece en un mutismo total, existe información suficiente de que él estaba convencido de que algunos métodos impuestos desde Italia impedían la recuperación de Tele 5. En julio respondió a la auditoría de Carlotti con un informe al consejero delegado de Fininvest, Franco Tató "Los dogmas en los cuales es necesario creer" era el título de uno de los capítulos en los que estaba dividido ese pliego de descargo, que en esencia consistía en atribuir los problemas a la dependencia de Tele 5 respecto de Fininvest. Uno de los "dogmas en los que era necesario creer" es la exclusiva publicitaria concedida a Publiespaña, propiedad de los italianos al 100%.

Un 'monocultivo'

En ese y otros documentos, la dirección de Tele- 5 argumentaba también que la crisis se debía al escaso capital con el que cuenta (10.000 millones de pesetas, casi tres veces menos que su competidora Antena 3 TV); así como a la obligación de comprar productos Fininvest a un precio que llegaba a multiplicar por tres el de mercado (véase EL PAÍS de 4 de noviembre). Tele 5 era casi un monocultivo de Fininvest: ha comprado al grupo italiano el 78% del total de la inversión hecha por la cadena española en películas, series y otros tipos de programas.Según los cálculos de Fininvest, Tele 5 debía todavía al grupo italiano 33.000 millones de pesetas en concepto de derechos televisivos, en julio pasado. La dificultad de Fininvest para cobrar esa deuda fue lo que puso en cuestión la gestión de Lazarov.

Por su parte, Publiespaña afirma que los problemas vienen del "deterioro del producto y de la caída de audiencia ", y no de la recaudación publicitaria, que siempre ha ido por delante de la cuota que le correspondería por audiencia, según esa versión.

En la recta final, Lazarov se ha opuesto a un plan de Fininvest, según el cual sobra casi la mitad del personal de Tele 5, comenzando por puestos directivos. El comité de empresa ha anunciado varias jornadas de huelga en la pantalla amiga, la primera de ellas para el próximo día 14.

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