Paraguay

Reconozco en la prensa y en los periodistas la excelsa cualidad de informar libremente, orientar a la sociedad y formar la opinión pública. En este sentido, observo el esfuerzo del enviado especial de su prestigioso diario a la ciudad de Asunción. Bajo la firma de J. J. Aznárez se publicó en la sección Internacional de EL PAÍS (22-11-1994) un extenso artículo titulado Cocaína, parada y fonda en Paraguay, en el cual no sale precisamente bien parado mi país. Sin ánimo de polemizar, ni mucho menos rebatir ese trabajo periodístico, deseo, sin embargo, hacer algunas reflexiones sobre la publicación de referencia.Es comprensible que no conociendo el país, el enviado haya sido orientado hacia una determinada persona, polémica por naturaleza, por tanto de escasa, o ninguna credibilidad, que dio su versión, y que a su vez el trabajo periodístico se haya basado exclusivamente en ese reportaje.

Si bien al periodista le asiste el derecho de elegir a su entrevistado y a éste sacar provecho, como ocurrió en este caso, para arremeter contra distintas instituciones nacionales y gubernamentales y distorsionar la realidad paraguaya -por considerarse afectado en los problemas internos del oficialista partido Colorado-, considero que el artículo hubiera sido más completo y objetivo si también tenían cabida las opiniones de otros dirigentes políticos, aunque no fueran precisamente del oficialismo.

Puedo asegurarle, señor director, que Paraguay, caracterizado por la sencillez de su gente, no es una tierra de delincuentes, como quiere hacer aparecer el entrevistado. Que existan bandas organizadas que tratan de utilizar el territorio paraguayo como vía para sus fechorías (tráfico de autos, de drogas y otros), aun con la complicidad de gente de adentro, no descarto, como tampoco tengo dudas acerca del rechazo del pueblo y del Gobierno a todo tipo de corrupción.

El Gobierno que preside el ingeniero Juan Carlos Wasmosy ha demostrado firmeza en la lucha frontal contra toda forma de corrupción, el narcotráfico y sus tentáculos de variada criminalidad. Es más, ese concepto lo ha hecho público el propio manda

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