Los diputados noruegos anti-UE prometen bloquear la adhesión en caso de victoria mínima del 'sí'

ENVIADO ESPECIALNoruega decidirá hoy si se incorpora como miembro número 16 de la Unión Europea (UE). Parte de los 3,2 millones de votantes -sobre 4,3 millones de habitantes- depositaron ayer sus papeletas, pero hoy lo hará el grueso de la población, y esta noche se conocerá el veredicto final. La media de los sondeos señala una pequeña ventaja del no. Si gana el sí, todo parece indicar que será por un margen muy estrecho, tanto que daría pie a los diputados contrarios a la UE a votar contra la adhesión y bloquearla. Así lo han prometido.

El referéndum tiene carácter consultivo y no es vinculante para la Cámara, situación que puede provocar una crisis política y constitucional. Los colegios electorales abrirán a las nueve de la mañana (hora peninsular española) y cerrarán a las nueve de la noche. Ayer también abrieron algunos para facilitar el voto de quienes no puedan hacerlo hoy por la lejanía de sus hogares o puestos de trabajo. Ésta es una tradición impuesta por la práctica. Son los municipios los que deciden si abren las urnas dos días y se hace generalmente en las zonas más deshabitadas, como en las poblaciones del Círculo Polar o lejano Norte, aunque en Oslo las urnas también abrieron ayer entre las once de la mañana y las seis de la tarde.Los votantes sólo tienen que depositar una papeleta con el sí o el no. En los centros de votación se despliegan pancartas con el interrogante "¿Debe ingresar Noruega en la UE?", pregunta que ha producido un enardecido debate y lo que ha Ilevado a algunos a decir que los noruegos son los mejor informados sobre la UE.

La primera proyección se sabrá minutos después del cierre de las urnas y será facilitada por la televisión pública basándose en una encuesta telefónica realizada con 3.000 personas después de depositar su papeleta. Hacia las once de la noche se tendrá ya el recuento del 36% del voto y, por tanto, una proyección fiable, aunque a medianoche ya se sabrá la suerte del sí o del no con el recuento del 5,5% de los votos.

No obstante, las autoridades noruegas consideran que el recuento puede sufrir algún retraso debido al inesperado gran número de votos enviados por correo, lo que pone de manifiesto la intensidad con que el ingreso en la UE ha sido debatido. Ningún noruego quiere quedarse al margen de una decisión que considera vital para el futuro de su país. En las elecciones la participación electoral suele situarse entre el 70% y el 80%, pero en esta ocasión se espera que supere ese porcentaje.

El bloque anti-UE ha trabajado duro en una campaña que ha arrastrado, hasta ahora, a una mayoría de noruegos a favor del no, influidos por lo que la primera ministra laborista y líder del sí, Gro Harlem Brundtland, ha calificado de sarta de mentiras. Ese bloque está encabezado por la líder del Partido de Centro (PC, agrarios), Anne Enger Lahnstein, que es la segunda fuerza política en el Parlamento después de los laboristas. También son anti-UE el Partido Socialista de la Izquierda, los democristianos y la Alianza Electoral Roja.

El techo del 66%

Esta minoría parlamentaria dispone conjuntamente sólo de 59 escaños frente a los 106 del bloque pro-UE, pero ha amenazado con bloquear el ingreso si el referéndum es ganado por un 51% o 52% del voto, lo que consideran un margen muy estrecho. Argumentan que la Constitución noruega exige los dos tercios del Parlamento para aprobar una ley, y esto, extrapolado a los votantes, requeriría un 66% a favor del sí. Con este porcentaje se sentirían obligados a votar a favor en el Parlamento.La primera ministra ha dicho que el bloqueo de la minoría provocará una crisis del sistema y no descarta una reforma constitucional para impedirlo y poder convocar elecciones. Brundtland también ha asegurado que, si gana el no, el Partido Laborista votará no a la UE en el Parlamento, porque ésa sería la voluntad del pueblo. Tampoco descarta dimitir en ese caso.