Módulos especiales para 'arrepentidos'

El Gobierno estudia la habilitación en las prisiones de módulos o pabellones especiales para los narcotraficantes arrepentidos que colaboren con la justicia. "La Administración Penitenciarla está obligada a proteger la vida, la integridad y la salud de los internos y no es difícil inferir que éstos puedan ser víctimas de atentados, al ser considerados traidores" a sus antiguas organizaciones, según reconoce Justicia e Interior.Ricardo Portabales, el arrepentido que actuó como principal acusador de los procesados por la. Operación Nécora, puede dar testimonio de la consideración de "traidor" que le dispensan sus antiguos jefes del narcotráfico gallego. Años atrás denunció que había recibido una paliza mientras estaba preso en Galicia.

Portabales vive escoltado permanentemente por la policía y obligado a continuos cambios de domicilio, para evitar su localización por los traficantes a los que señaló con su dedo acusador.

Manuel Fernández Padín, otro arrepentido de la operación Nécora, reside en el complejo policial de la carretera de Canillas (Madrid) y en sus salidas al exterior va siempre con guardaespaldas.

Antonio Cebollero Campos, un semiarrepentido, de la misma operación, vive en la prisión de Brieva (Ávila), en tanto que el confidente Ramón del Temple está en libertad condicional desde el pasado julio, tras colaborar con la justicia en varios asuntos de narcotráfico.

El Gobierno pretende "minimizar los riesgos" para la vida de los arrepentidos utilizando diversos mecanismos legales.

Asuntos Penitenciarios no tiene aún un módulo especial para estas personas, pero no descarta hacerlo en un futuro próximo: con ello se eliminan los múltiples problemas de escolta policial que acarrea su protección y se facilita el trabajo de los jueces.