Quejas marroquíes por la "marcha atrás" sobre Ceuta y Melilla

Felipe González, el bueno; Javier Solana, el malo. De forma un tanto maniquea, éste es el análisis que a lo largo de la semana han hecho numerosos editoriales y columnistas de la prensa marroquí comparando las declaraciones alentadoras, desde el punto de vista de Rabat, del presidente del Gobierno español en Casablanca sobre Ceuta y Melilla con la supuesta cerrazón mostrada más recientemente por su ministro de Asuntos Exteriores. La gran mayoría de los periódicos del reino expresan la opinión de partidos políticos."Lo que se desprende de la declaración del ministro es que el Gobierno español ha retrocedido con relación a la postura manifestada por don Felipe González para satisfacer a las fuerzas colonialistas que quieren continuar con la ocupación de las dos ciudades", afirmaba en primera pagina Al Alam, órgano de los diputados afines al Ejecutivo de Rabat.

Al lttihad al Ichtiraki, el diario de los socialistas, denunciaba "el doble lenguaje del Gobierno español sobre la cuestión de Ceuta y Melilla, que ha dejado muy malas impresiones a los marroquíes en cuanto a sus intenciones". Si los comentarios de González causaron "satisfacción porque no descartaron la posibilidad de un diálogo, las últimas declaraciones de su ministro ( ... ) obligarán a los marroquíes a enfrentarse a esa posición con la firmeza requerida".

Cuestión de soberanía

"La negativa absoluta a abordar la cuestión de la soberanía española pone de relieve un claro retroceso con relación a la tímida apertura que habían puesto de manifiesto las declaraciones de Felipe González sobre la célula de reflexión", afirma, por último, Al Bayane, el periódico de los comunistas, en un editorial titulado con la palabra española Nada.Sin llegar a aceptar la propuesta del rey Hassan II sobre la creación de una célula de reflexión hispano-marroquí sobre el porvenir de Ceuta y Melilla, González sí se mostró dispuesto el 31 de octubre en Casablanca a dialogar sobre las relaciones de los dos enclaves con su hinterland.

Solana aseguró ante los micrófonos de Radio Nacional de España el 21 de noviembre que "no hay nada que negociar en lo que concierne a la soberanía española sobre ambas ciudades", algo que el presidente no llegó a decir en Marruecos, pero que, sin embargo, comparte.