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Entrevista:

"Hay que tender una red para proteger la democracia"

Juan Jesús Aznárez

El ex presidente Raúl Alfonsín, de 67 años, que trabajó por la democracia en uno de los momentos más difíciles de la historia argentina y preside la Unión Cívica Radical (UCR), sostiene con un gran optimismo que el ocaso de esta centenaria fuerza es sólo "aparente" y se impondrá de nuevo en las elecciones generales de mayo próximo. "Estoy haciendo un gran esfuerzo para recuperar el sentido ético y social dé la política en Argentina", de clara a EL PAÍS en su domicilio de la aveñida de Santa Fe.Se acaba de cumplir el primer aniversario del Pacto de Olivos entre Carlos. Menem y Alfonsín, que facilita constitucionalmnente un segundo mandato presidencial como aspecto más llamativo. Alfonsín, a quien una parte de la militancia imputa mansedumbre en sus relaciones con el Gobierno, se reafirma en la necesidad de aquel compromiso para evitar una peligrosa división de la sociedad e introducir de paso cambios sustantivos en la Carta Magna de 1853. Propugna un pacto social que proteja la democracia y considera que el presidente peruano, Alberto Fujimori, "es una desgracia para América Latina" .

Pregunta. ¿Por qué la UCR pierde tanto votos? ¿Por el Pacto de Olivos?

Respuesta. La pérdida de votos en los comicios constitucionales y provinciales es producto de errores garrafales de dirigentes nuestros. No se tuvo en cuenta las necesidades de cualquier partido político de discutir todo lo que hay que discutir. Hubo quienes no aceptaron la decisión mayoritaria de los órganos de dirección del partido y que incluso movilizaron una actitud distinta de la sociedad. Eso dio origen a una buena elección del Frente Grande [nueva agrupación de centro-izquierda], que es un conglomerado que no podía haber tenido esa elección. Fueron dos elecciones fallidas por falta de disciplina partidaria.

P. ¿Están en condiciones de recuperar espacio?

R. Estamos viviendo una democracia renga [renqueante], no diré con las palabras de Unamuno coja y manca, pero sí diré renga por lo menos. Hay que incorporarle un sentido social que no tiene. Y esto obliga a, una lucha que no es la que convoca para lo heroico o el martirio, sino simplemente al estudio, al análisis y deliberación de propuestas distintas. Yo soy de los que piensan que es absolutamente indispensable analizar las posibilidades de la modernización del Estado de bienestar. La concepción neoconservadora se ha extendido como una mancha de aceite por todas las ideologías, incluso en el pensamiento socialista.

P. ¿Qué propugna usted?

Conocer lo que pasa fuera, es entender lo que pasará dentro, no te pierdas nada.
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R. El Estado de bienestar debería arrancar de una política implícita de acuerdos entre empresarios, obreros y el Estado. Yo me estoy moviendo ahora en una cosa similar, pero en lugar del Estado, los partidos, porque pienso que a la corta o a la larga el plan de convertibilidad [establece la paridad entre el peso y el dólar y es el. pilar fundamental del programa económico del Gobierno] incorporará cambios y no puede ser que esto se 1 traduzca en un desastre total. Bay que tender entre todos una suerte de red de protección de la democracia.

P. ¿Un Pacto de Olivos II?

R. No tiene nada que ver. Me costará mucho y sera muy difícil que llegue a esa discusión el Partido Justicialista [en el poder]. Pero d e todas formas hay que, intentarlo y si se niega, pues que se niegue, pero que no lo excluyamos.

P. Es el primer aniversario del compromiso sobre una reforma constitucional y todavía se lo reprochan...

R. ¿Usted leyó la Constitución nueva?

P. No toda, pero sí los aspectos más fundamentales. ,

R. Léala, hágalo, porque verá qué buena es; algunas cosas están tomadas de la española. Es níticho mejor que la de 1853. Hemos salvado la paz política en Argentina porque la reforma se iba a hacer de cualquier modo. Entonces pusimos unas condiciones que son todas la que hemos colocado en la Constitución para lograr mayor seguridad jurídica, debilitar el poder ejecutívo, más fuerza al Congreso, mejores controles . republicanos.

P. La UCR parte como perdedora en las eleciones del próximo mes de mayo.

R. No se sabe todavía qué es lo que va a pasar acá. Esto lo. verá usted. En Argentina no . se puede predecir qué es lo que va a pasar de aquí a siete meses. Hay mucho que hablar.

P. ¿En una segunda vuelta?

R. Vamos a tratar de que nos voten todos. [Se ríe]. Y podemos ganar. ¿Por qué no? No se sabe. La Unión Cívica Radical puede ganar las elecciones.

P. Algunas encuestas ya la sitúan detrás del Frente Grande, que desplazaría así al radicalismo como segunda fuerza.

R. No, de ninguna manera. No es una posibilidad siquiera. El Frente Grande no puede salir. segundo de ninguna manera. Tuvimos el doble de convencionales (diputados a, la Asamblea Constituyente) que ellos en la peor elección que hemos hecho, y la peor de todas porque los dirigentes importantes del partido estaban trabajando hasta el último día contra el partido. Y era su mejor elección porque era una cosa nueva...

P. ¿Cómo aguanta usted tantas críticas?

R. Aguanto y no me enojo, salvo cuando me hablan de mi conducta, que es lo único que en general no es atacado Decir, por ejemplo, que aspiro a ser jefe de gabinete en un Gobierno al que combato acerbamente es algo que no se puede tolerar. Después, que me digan que soy inútil, que no sirvo, etcétera, pues todo eso... el cuero ya está, duro... Eso no me importa-. [Se ríe].

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