El PP pide al Gobierno que se pronuncie sobre el peligro de "confrontación civil" aludido por Pujol

Partido Popular no quiere aflojar la presión sobre Jordi Pujol. La ejecutiva del al partido de la oposición, reunida ayer en Madrid, emplazó al Gobierno para que se defina y se pronuncie públicamente sobre lo que José María Aznar definió el domingo en Sevilla como "una barbarída": unas polémicas declaraciones del líder de Convergència i Unió en las que afirmaba que existe "un riesgo de confrontación civil" derivado de la tensión política.

Los populares reclaman también del Ejecutivo respeto al compromiso establecido en el Congreso de los Diputados de no ratificar la ampliación de la Unión Europea mientras no se garanticen los intereses pesqueros españoles.José María Aznar y la ejecutiva del PP creen que las afirmaciones de Pujol tienen tal gravedad que el Gobierno debe pronunciarse públicamente sobre las mismas. Los populares interpretan que las opiniones del presidente de la Generalitat introducen un factor de desasosiego y crispación injustificadas y sin base alguna en la vida Política y reclaman del Ejecutivo "luna necesaria definición pública".

Poco antes de la reunión de la ejecutiva del PP, el ministro de Asuntos Exteriores, Javier Solana, había marcado distancias respecto al diagnóstico de Pujol y la respuesta que Aznar le dio en la convención de candidatos de su partido en Sevilla. En declaraciones a Radio Nacional, Solana calificó de "exageradas, equivocadas y desproporcionadas" tanto las palabras de uno como la respuesta del otro.

Según Solana, hay sectores interesados en elevar artificialmente la crispación política, mientras que el objetivo del Gobierno es "bajar la temperatura" para conseguir que se produzca "un debate político serio".

En el informe de Aznar a la ejecutiva se asegura que existen síntomas de "crisis entre los coaligados", es decir el PSOE y CiU. El presidente del PP considera, según expuso ayer, que no se han valorado suficientemente unas declaraciones de Miquel Roca en las que exige al Gobierno el cumplimiento de los compromisos adquiridos con los nacionalistas catalanes de CiU y que los populares interpretan en clave de advertencia o amenaza al Ejecutivo.

Según Aznar, esta situación de "apoyos siempre condicionados" provoca que siga la incertidumbre y la inestabilidad, con consecuencias negativas para la economía. "Se mueve la barca"

Al deterioro de la situación contribuye, según la dirección del PP, la aparición de nuevos casos de corrupción "que parecen no tener límite" y que, según el principal partido de la oposición, impiden al Ejecutivo dedicarse a la solución de los problemas económicos. Los populares citan en apoyo de su tesis el reciente informe crítico del Fondo Monetario Internacional.

Aznar pidió a la ejecutiva que, ante esta situación, refuerce la labor de alternativa y de oposición en el Parlamento, "aún con mayor rigor y mayor sensatez", porque "se está empezando a, mover la barca".

Por otra parte, la dirección del PP anunció su apoyo incondicional al Gobierno siempre que cumpla su compromiso, adoptado ante el Congreso de los Diputados después del verano, de bloquear la ratificación de la ampliación de la Unión Europea hasta tanto no se satisfagan las reivindicaciones pesqueras de España.

El compromiso fue adoptado a iniciativa del Grupo Popular y el mayor partido de la oposición considera ahora, ante la falta de perspectivas de apertura de -los caladeros a los pesqueros españoles antes de fin de año, que ha llegado la hora de mostrar firmeza.

La votación sobre la ampliación de la UE se producirá en el Congreso de los Diputados este mes, previsiblemente con un apoyo masivo, pero el Gobierno español se puede reservar, como los populares desean que haga, la entrega de los instrumentos de ratificación.

Aznar informó a la ejecutiva de sus viajes recientes, incluido el de Lérida, aunque no trascendieron sus comentarios sobre el boicoteo que sufrió por parte de un grupo de estudiantes independentistas.

A final de mes, el presidente del PP se trasladará a México para asistir a la toma de posesión del nuevo presidente electo, Ernesto Zedillo, y presidir una reunión de la Fundación Popular Iberoamericana.