Cristóbal Halffter, premiado por su aportación al enriquecimiento musical

El compositor Cristóbal Halffter obtuvo ayer el IV Premio Fundación Guerrero de música Española por su aportación al enquecirmento del patrimonio musical. El galardón, dotado con 12 millones de pesetas, viene a ser el equivalente M Premio Cervantes para la creación musical. Halffter, de 64 años, que ayer recibió la noticia en su casa de Villafranca del Bierzo, León, expresó su gratitud y resaltó la importancia de este premio por la marginación que sufre la composición en España. El jurado, estuvo presidido por Ramón González; de Amezúa, director de la Real Academia. de Bellas Artes de San Fernando.

La personalidad de Cristóbal Halffter posee rasgos tan valiosos y definidos como los apreciados, aquí y fuera de aquí. En los últimos tiempos, su presencia y la de su música han adquirido entre nosotros mayor intensidad y así, gracias al reciente jubileo del Festival de Otoño y su Preludio del Tercer Milenio, los interesados por la marcha de la creación musical española han podido conocer de modo más completo la varia y compleja individualidad del compositor madrileño, nacido, como Luis de Pablo, Manuel Castillo y Rogelio Groba, en 1930.La trayectoria del último Halffter compositor se inicia en plena juventud dentro de un estilo heredero de lo entonces ¡mperante: neoclasicismo, neocasticismo y cierto vuelo germánico Más hijo del magisterio de Conrado del Campo que consecuencia de la ascendencia prusiana. del músico. Actitud que se prolonga durante casi una década con la Antífona, el Concierto para piano, la funcionalidad de algunos ballets, la bella y un tanto stravinskiana Misa ducal, escrita para la Casa de, Alba, o la Partita para violonchelo, dedicada a Cassadó.

Sin embargo, Cristóbal, tras el conocimiento paraserial de, su tío Rodolfo, bajo las presiones ambientales y el impulso renovador de Luis de Pablo, asoma la oreja vanguardista en 1956 (Movimientos) y 1959 (Sonata para violín). Son los días del grupo Nueva Música, primero, de Álea y Tiempo y música, después.

Aunque hoy resulte inexplicable, el Halffter actual, y un tanto enfant terrible -cosa que nunca fue- estalla con el escándalo de las Microformas, obra que, junto a las Invenciones de Luis de Pablo, constituye la primera exportación de música española joven que hace la Orquesta Nacional cuando las ofrece en las Sernanas Musicales de París, 1960. A partir de aquí, Halffter enlaza con el mundo germano, abandona la Sociedad General de Autores Españoles e ingresa en la alemana (GEMA), y la Un¡versal Edition, de Viena Londres, se hace cargo de la publicación de su obra.

Son más de 30 años de una producción que, a partir del Planto por las víctimas de la violencia, se inclina hacia un cierto compromiso, más humanístico que decididamente político; se suceden, también, diversas prácticas e investigaciones, desde la electroacústica a los multimedia y la "música sobre otras músicas" y, en definitiva, Halffter, paso a paso, con seguridad e inteligencia conforma una personalidad que asciende hasta su actual talante de inaestro. Son ya muchos los que aprendieron de Halffter siguieron, cada cual a su modo, las huellas de su andadura.

Están recientes los comentarios a las últimas obras de Halffter, representadas, en sumo grado de categoría, por Mural sonante, para Tápies, lo que torna más claro, justo y evidente el reconocimiento de este gran premio, denominado por unos, en castizo, el cuponazo de la música y por otros, en más ambicioso, el Cervantes de la composición.