Empieza una nueva edad de oro para las películas de dibujos animados

El negocio de la animación había caído en picado en las dos décadas pasadas debido a los altos costes que exigía su producción. Es un tipo de producto que además demanda un equipo de trabajo muy distinto al del, resto de producciones cinematográficas, un ritmo mucho más lento -entre tres y cuatro años por cada proyecto- y una compleja y especializada organización logística. Ahora, el desarrollo de las técnicas de animación por ordenador y el éxito espectacular, de El rey león, de la factoría Disney, ha facilitado las cosas y ha ampliado el espectro de las posibilidades visuales con impactantes efectos especiales.Las grandes productoras de Hollywood no han querido perderse parte de la suculenta, tarta que parece ofrecer el género y han empezado a invertir en nuevas divisiones dedicadas a ello. Algunos ex ejecutivos de Disney se han unido a productoras como la Warner o la que han formado Spielberg y David Geffen con Jeffrey Katzenberg, auténtico cerebro, del relanzamiento de la Disney desde La Sirenita.

Por su lado, la Twentieth Century Fox ha invertido cerca de 13..000 millones de pesetas en sofisticados equipos de ordenadores para embarcarse en la animación. Don Bluth, dueño de un estudio propio en Dublín, dirigirá este departamento que se instalará en Arizona (EE UU) y cuya primera producción será la segunda parte de Todos los perros van al cielo. Por su parte, Turner Pictures ha optado por abrirse camino con Pagemaster, una mezcla de animación e imagen con la estrella infantil Macaulay'Culkin (Solo en casa).

Esta inesperada demanda ha provocado que los especialistas en animación hayan visto elevados sus sueldos proporcionalmente. Veteranos como el octogenario Chuck Jones, creador del Correcaminos, han vuelto con nuevas aventuras del Coyote. "Todos los que tienen alguna experiencia en el campo,- están trabajando", ha afirmado Steven Hullett, del sindicato de trabajadores de animación que reúne en Estados Unidos a 1.700 guionistas y dibujantes.

La plantilla de los estudios Disney ha aumentado. de 150 en 1984, a cerca de mil profesionales en la actualidad, gracias a Katzenberg y Eisner, verdaderos motores de todo este fenómeno. Con la huida de Katzenberg para asociarse a Spielberg, Eisner ha asumido todo el control de Disney y ya tiene en elaboración tres largometrajes: Pocahontas, El jorobado de Notre Dame y Toy Story.

El nacimiento de la nueva productora supondrá, posiblemente, el cierre de Amblinanimation en Londres. En esta verdadera fábrica de dibujos animados nacieron proyectos como En busca del valle encantado, ¿Quién engañó a Roger Rabbit? y Rex; un dinosaurio en Nueva York, estrenada en vídeo el. pasado 9 de abril y de la que CIC, su distribuidora en España, espera vender más de 150.000 copias. Su productor, Spielberg, ha sacado también a la venta una serie completa de dibujos inspirados en el personaje del ratón Fievel, creado en colaboración de Don Bluth.

Las ventas en vídeo se han convertido en otro gran negocio. CIC casi alcanzó 200.000 ventas de En busca del valle encantado, también de la factoría Amblin. Buenavista, distribuidora de Disney, agotó en pocos meses La Sirenita (no se reeditará hasta el siglo XXI) y ha vendido 1.200.000 copias de La bella y la bestia. Esta cantidad coincide con las de Blancanieves y Aladdín, aún le os de agotar sus ventas.

En España, la producción es escasa, aunque el número de profesionales es alto. En enero, Antena 3 de Televisión estrenará Mortadelo y Filemón, una serie de dibujos, animados inspirada en el cómic de Francisco Ibáñez.