El ex presidente venezolano Carlos Andrés Pérez, acusado de malversación y desfalco

El fiscal general de Venezuela, Iván Darío Badell, acusó ayer formalmente al ex presidente Carlos Andrés Pérez de haber cometido los delitos de malversación y desfalco de fondos públicos, al tiempo que solicitó que se le apliquen las penas previstas en la ley y una multa de 700 millones de bolívares (600 millones de pesetas) por daños y perjuicios.El ex mandatario, que se encuentra en prisión preventiva en su domicilio desde hace cuatro meses, no esperaba que el fiscal general formulara cargos contra él en el juicio que se le sigue en la Corte Suprema de Justicia, sino después de diciembre, según confesó a este diario cuando celebraba su 72 aniversario, el mes pasado. Pérez dijo ser "un preso sin delito", aunque en el fondo se mostró resignado y deprimido porque presentía que iba "a ser condenado".

Con la acusación formal del fiscal empieza el verdadero juicio de Pérez por el caso del desvío de 250 millones de bolívares (casi doscientos millones de pesetas) de fondos secretos en 1989, presuntamente utilizados para financiar la custodia y la campaña electoral de la presidenta de Nicaragua, Violeta Chamorro. Los cargos recaen también en los ex ministros venezolanos Reynaldo Figueredo y Alejandro Izaguirre.

El fiscal pide al Supremo que castigue a Pérez y a sus ex ministros con prisión de seis meses a tres años por malversación y de tres a 10 años por el delito de Apropiación, indebida. Además, solicita la restitución e indemnización de los daños y perjuicios causados a la República, con los intereses que habría generado la suma desde la fecha de los dos delitos y que se eleva al triple de su volumen original.

Además del anuncio de la acusación contra el ex presidente, otra comunicación ha centrado la atención de la opinión pública venezolana. Se trata del. anuncio de los oficiales rebeldes que intentaron los dos golpes de Estado de hace tres años han decidido crear un frente nacional de militares en situación de retiro, cuyo objetivo es presionar al presidente Rafael Caldera para lograr una serie de "reivindicaciones del pueblo venezolano".

El comandante Hugo Chávez, de 41 años, jefe de la intentona golpista del 4 de febrero de 1992, no ha estado quieto desde que salió de la prisión, a finales de marzo pasado, beneficiado por el sobreseimiento decidido por Caldera. En estos ocho meses de libertad, Chávez ha organizado el Frente Bolivariano de seguidores civiles y compañeros de armas, que ahora incorpora 4.000 militares jubilados.

"Pregonamos la formación de un cuerpo militar en la calle para hacer planteamientos al país, para conformar un frente nacional", dijo Chávez al revelar sus propósitos. "Pedimos al Gobierno que aplique un programa de economía de posguerra, y que considere la convocatoria de una Asamblea Constituyente, porque Venezuela no aguanta el ritmo de desgaste que lleva en lo social y en lo económico". Y añadió: "Cada día que pasa, el Gobierno de Caldera se parece más al de Carlos Andrés Pérez".