_
_
_
_

¿Reproducción artificial para todos?

El acceso a las nuevas tecnologías médicas plantea un segundo dilema ético, que es sin duda el que levanta más pasión. Se refiere a la reproducción artificial. Las preguntas plantean si es conveniente dar tratamiento a mujeres sin pareja estable, a lesbianas, a parejas de homosexuales, a antiguas prostitutas, a drogadictos o a portadores del virus del sida."Todo este tema es muy emotivo. Es malo suponer que los hijos de madres solteras van a crecer peor", expuso en el congreso de Sevilla de la semana pasada lan Craft, director del centro de ginecología y fertilidad de Londres y uno de los pioneros mundiales en estas técnicas. "Todo el mundo debe ser estudiado. Yo conocí el caso de una pareja heterosexual que se sometió a fecundación artificial y con el tiempo fue adquiriendo hábitos homosexuales".

Más información
Expertos en bioética buscan los Iímites a la terapia genética

Estas posibilidades existen en la naturaleza, pero a lo que se resisten algunas personas es a remedarla con ayuda de la ciencia. La sociedad, según Octavi Quintana, presidente del comité de bioética del Consejo de Europa, asume las desigualdades sociales, pero no admite que se viole el principio de igualdad de oportunidades que, aplicado a la fecundación in vitro, sería el nacimiento en familias diferentes, con teóricas peores condiciones para el niño.

La ley española, revolucionaria en su tiempo, permite el acceso de mujeres solas o lesbianas a estas técnicas. Pero tiene otras carencias, como explicó Montserrat Boada, especialista en técnicas de reproducción humana del Instituto Dexeus de Barcelona.

En este centro se mantienen congelados embriones de parejas que han perdido su interés por ellos y que tampoco desean donarlos, sin que la normativa española les dé una alternativa. Por ahora no está permitida ni la destrucción ni su uso para investigación.

Montserrat Boada se quejó igualmente en Sevilla del retraso durante más de seis años en la creación de la comisión nacional de reproducción asistida, así como de un registro de centros para evaluar la calidad de lo que se está haciendo en España.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_