Magisterio y juventud
Continúa el jubileo Halffter, quien ayer ha recibido en la Fundación March el premio Montaigne 1994. El martes, el joven Pedro Halffter dirigió un concierto-homenaje a su padre como última manifestación del ciclo Preludio del tercer milenio, una invención de Pérez de Arteaga, adoptada. por el Festival de Otoño.La excelente violinista alemana Christiane Edinger (Postdam, 1945) y el Colegium Instrumentale de Valencia nos dieron una preciosa versión del Concierto número 2, escrito en 1991 por encargo de la Orquesta de Cámara de Stuttgart. Gracias a su línea expresiva y a su sonido cálido y multicolor, Edinger exalta y ennoblece al máximo todo lo que interpreta. Como el fin, siempre de alta musicalidad, se sirve de unos medios virtuosísticos admirables, los resultados son como ahora de superior jerarquía.
Festival de Otoño
Colegium Instrumentale de Valencia. Director: P. Halffter. Solista: Ch. Edinger. Obras de Ligeti y C. Halffter. Juventudes Musicales de Madrid. Virtuosos de Moscú. Director: V. Spivakov. Solistas: R. Torres-Pardo, piano, y J. M. Ortí, trompeta. Obras de Bach, Shostakovich y Chaikovski. Auditorio Nacional. Madrid, 8 de noviembre.
Respondieron con gran flexibilidad las cuerdas valencianas a las órdenes precisas y conocedoras de Halffter junior, que más que interpretar, vive la música de Halffter senior. La obra orquestal, rica de contrastes, abundante en pasajes cadenciales confiados a la solista, responde en su puro objetivismo sonoro a ideas y formulaciones netamente halffterianas.
Otro tanto sucede con la Fantasía sobre una sonoridad de Hándel, de 1981, una de esas transformaciones en las que Halffter es maestro, montadas sobre la combinatoria y el enfrentamiento de estilos pretéritos y pensamiento actual. Entre las dos obras retornó la inmaterialidad, entre cristalográfica y evanescente, de Ramificaciones, de Ligeti. Hubo largas ovaciones para todos.
Pies ligeros
Otro conjunto de cuerdas -los Virtuosos de Moscú que dirige VIadimir Spivakov- y otra solista en pleno ascenso -la joven pianista Rosa Torres-Pardo- tocaron por la noche para los fines becarios de las Juventudes Musicales de Madrid. El primer concierto para piano y arcos, con trompeta obligada, pertenece al Shostakovich más lúdico, ingenioso y, a su modo, reflejo del estilo de los Seis.Torres-Pardo posee un juego neto e incisivo y un espíritu de pies ligeros, de manera que, junto a la técnica segura y el criterio recto de José María Ortí y la brillantez de Los Virtuosos, nos depararon una versión ejemplar de estos pentagramas efusivos, intelectuales, populares e irónicos. Spivakov y Futer hicieron una magnífica pareja protagonista en el Concierto en re menor, de Bach. Cerró el programa la Serenata de Chaikovski.
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