El federalismo de la Liga Norte exige una amplia autonomía fiscal en Italia

El proyecto de la Liga Norte de implantar en Italia una República federal integrada por nueve Estados y 20 regiones se traduce, en realidad, en un régimen de autonomías amplias dentro del cual la Federación central retiene la mayoría de las competencias esenciales del Estado. El borrador de Constitución redactado por la Liga, distribuido ayer, es, sin embargo, menos claro en el tema de la fiscalidad, que sería ampliamente descentralizada si este proyecto se aprobase.

"La República Federal italiana está constituida por Ayuntamientos, Provincias, Regiones, Estados y Federaciones, dotados cada uno de ellos de poderes autónomos de imposición fiscal", dice, en efecto, el artículo 2 del proyecto. El artículo 6 enumera los nueve Estados, concebidos ahora con un criterio más territorial que en los primeros proyectos manejados por la Liga, cuando la división era simplemente en norte, centro y sur, y reflejaba los tres grandes escalones del país en relación al desarrollo económico. Roma quedaría como capital y distrito federal, a la manera de Washington en EE UU. El artículo 12 establece que la lengua oficial de la República será el italiano.Cada Estado tendrá, según el proyecto, su presidente, su Parlamento, su Estatuto y su tribunal constitucional para regular todas las materias no atribuidas exclusivamente a la Federación.

De acuerdo con el proyecto de la Liga, serán de competencia exclusiva de la Federación central -regida por un Gobierno y dos Cámaras parlamentarias en las que intervienen parte de los diputados estatales- la política exterior, la defensa federal, la organización federal de la seguridad pública, la regulación de la navegación marítima y aérea, los servicios postales, telefónicos y radioletevisivos internos e internacionales, la legislación penal, la justicia superior y la moneda.

La Federación aprueba también los presupuestos federales y el régimen fiscal asociado, pero no queda claro cual es la relación con los presupuestos de los diferentes Estados. El proyecto alude a una "política de cohesión y solidaridad" que se realizaría con fondos federales y menciona la posibilidad de que la Federación mantenga el equilibrio económico global con ayudas a los Estados y Regiones, que éstos tendrían que financiar en un 50%. También indica que la Federación puede limitar el endeudamiento de los Estados.

Éstos, que no podrán en ningún caso poner trabas a la libre circulación de personas ni mercancías dentro de su territorio, deberán. someter, además, sus leyes al presidente de la República, que, a través de unos delegados, dirá si tales normas exceden o no de las facultades constitucionales. El presidente de la República tendrá, por lo demás, facultades similares a la actuales y seguirá siendo elegido por las dos Cámaras del Parlamento, federal si la reforma prospera. Esto no le gusta al presidente del Gobierno, Silvio Berlusconi, que quiere ir hacia un presidencialismo con elección directa del jefe del Estado. El líder de Alianza Nacional, Gianfranco Fini, ve en el proyecto de la Liga una amenaza a la unidad nacional.