_
_
_
_

El Ministerio de Exteriores restringe el uso de pasaportes diplomáticos

¿Privilegio o instrumento de trabajo? El Ministerio de Asuntos Exteriores está restringiendo la expedición y uso de pasaportes diplomáticos, provocando una rebelión de los administrativos o técnicos destinados en las embajadas de España, que se ven privados de un documento que consideran indispensable en el Tercer Mundo para estar protegidos frente a las autoridades locales.

El nuevo subsecretario de Exteriores, Jesús Ezquerra, ha acentuado la política iniciada por su predecesor, Máximo Cajal. Consiste en no renovar ese documento con tapas rojas a todos aquellos administrativos que disponían de él, excepto en cinco países en los que sí constituye una garantía frente a los eventuales abusos de las autoridades locales (China, Líbano, Argelia, Guinea Ecuatorial y Zaire).También está siendo retirado ese documento a los miembros de otros órganos, como el Consejo de Seguridad Nuclear, que inexplicablemente lo poseían. Con anterioridad, fueron privadas de ese privilegio, que les había sido concedido en tiempos de Franco, las personas con títulos nobiliarios.

Cuando caduca el pasaporte diplomático de los administrativos o de sus familiares, Exteriores lo sustituye ahora por uno de servicio, un documento de categoría inferior, pero, siempre mejor que un pasaporte ordinario. A aquéllos que gozaban de pasaporte de servicio, generalmente españoles contratados por el Instituto Cervantes, se les expide un documento ordinario.

"En realidad", explica José Antonio López Zatón, director general del Servicio Exterior "se ha vuelto a aplicar escrupulosamente el real decreto de 1984" que estipula quiénes tienen derecho a un título de viaje diplomático (familial real, Gobierno y altos funcionarios, diplomáticos, etcétera), en total unas 4.000 personas.

El decreto prevé también que se podrá extender temporalmente un pasaporte diplomático a aquéllos que no tengan derecho a él pero que desempeñan su cometido en circunstancias que así lo exigen.

Protesta desde Marruecos

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Los cerca de 200 cancilleres y vicecancilleres de España destinados en países del Tercer Mundo creen que sus condiciones de trabajo sí lo requieren. En Marruecos, el país en vías de desarrollo donde España posee más consulados, acaban de formar una asociación para defender lo que consideran sus derechos.El canciller es el jefe administrativo de la Embajada o del consulado, pero, en realidad, suele sustituir al cónsul y firma generalmente los visados, es el encargado del Registro Civil y hasta asume algunos. de los compromisos sociales de sus superiores jerárquicos con la española.

"Es absurdo", explica un miembro de la recién creada asociación, "que los embajadores de España jubilados en Madrid sigan disponiendo de un pasaporte diplomático, y que a nosotros, que lo necesitamos para poder trabajar con seguridad, se nos retire". "A muchos", prosigue, "la medida nos supone además problemas materiales porque, por ejemplo, nos vemos obligados a desprendernos de nuestros automóviles con matrículas diplomáticas".

El jefe de la diplomacia española, Javier Solana, ha recibido incluso una carta anónima, presumiblemente escrita por cancilleres disgutados y distribuida también a los medios de comunicación, en la que le instan a investigar cuantos pasaportes Exteriores expidió a Luis Roldán y a sus amigos.

Los cancilleres se plantean ir más lejos en su protesta. Aseguran tener la intención de negarse a sustituir a los cónsules en sus tareas.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_