Jesulín alega que estaba sordo cuando se negó a matar un toro

Jesulín de Ubrique, propuesto para sanción por el Gobierno Civil de Albacete por negarse a matar un toro en la corrida celebrada en dicha ciudad el 14 de septiembre, ha presentado su pliego de alegaciones en el que afirma que no oyó los avisos por estar sordo a consecuencia del percance que sufrió dos semanas antes en Bilbao. También avanza el expediente que se les ha abierto en Cádiz a él y a su apoderado, Manuel Morilla, por el incidente que provocaron el pasado 22 de octubre en la plaza de Sanlúcar de Barrameda.En este festejo, con el que el de Ubrique cerraba su temporada lidiando seis toros, Morilla infringió el reglamento al salir al ruedo como un espontáneo, armado de estoque y muleta con el propósito de torear, sin que Jesulín, director de lidia en su condición de único espada, hiciese nada por impedirlo. El toro arrolló al apoderado, que no sufrió lesiones de consideración.

El torero, que batía el récord de actuaciones de El Cordobés la tarde de su escándalo en Albacete al alcanzar la número 122, recibió en su domicilio el expediente sancionador. La sanción que se le puede imponer oscila entre las 25.000 pesetas y los 10 millones de pesetas, e inhabilitación de uno a seis meses.

En su pliego de alegaciones, Jesulín pide que se haga una prueba pericial tomándole declaración a su cuadrilla y a su apoderado e indica que también se puede solicitar un informe médico al hospital de Bilbao en el que se le operó cuando el percance. El torero nada expresa sobre la orden verbal que le hizo el delegado del presidente, tras sonar el primer aviso, señalándole que matase al toro.

Tampoco sobre el hecho de que cambiase el estoque de acero por el simulado tras sonar el segundo aviso, ni sobre su reacción, al sonar el tercero, de dirigirse inmediatamente al callejón, donde fue entrevistado por varios periodistas sin que mostrara ningún defecto auditivo. Fuentes próximas al Gobierno Civil comentan que han parecido poco serias estas alegaciones, y la autoridad continúa con su intención de aplicar el máximo rigor al caso.