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LA POLÉMICA DE TALLERES PALOMINO

Así adquirió Palomino la parcela número 81 en Dos Hermanas

El familiar del presidente compró el terreno por 48 millones

La sociedad Talleres Palomino SA, de la que era partícipe (2,5% de las acciones) el cuñado del presidente del Gobierno, adquirió una parcela en el polígono industrial de La Isla (Dos Hermanas, Sevilla) y construyó sobre ella una edificación en las condiciones estipuladas para todos los compradores por la empresa promotora, la Sociedad Estatal de Promoción y Equipamiento de Suelo (SEPES), según la documentación a la que ha tenido acceso este periódico.La transacción de esta parcela se efectuó en el periodo más pujante del polígono de La Isla, que se corresponde con los años 1988 a 1990. En esos años, SEPES vendió alrededor de 45 parcelas del tamaño de la adquirida por Talleres Palomino (unos 15.000 metros cuadrados) a 2.600 pesetas el metro cuadrado, con la condición de edificar sobre ellas instalaciones industriales. Talleres Palomino cumplió esta cláusula, pero no así la mitad de los compradores, que mantienen aún los solares rasos.

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Polígono industrial de La Isla en Dos Hermanas

El polígono industrial está situado en el margen de la carretera de Sevilla a Cádiz y es idéntico a los ciento y pico que SEPES tiene repartidos a lo largo del territorio español. La expropiación de suelo, explanación y urbanización de los terrenos correspondientes a la primera fase comenzaron en la década de los setenta. El polígono, denominado La Isla, en el municipio de Dos Hermanas, contiguo a Sevilla, es inmenso. Está repartido en cinco fases, que juntas suman 1.334 hectáreas de superficie, el equivalente a otros tantos campos de fútbol del tamaño del Bernabéu. La puesta en venta de las parcelas languideció desde el principio a pesar del bajo precio. Sevilla no es precisamente un territorio donde la demanda industrial ahogue el espacio. Si fuera así, SEPES no la hubiera incluido entre las zonas que precisaron del empuje público para desarrollarse.

Las perspectivas de negocio que despertó la celebración de la Expo animaron la actividad de la ciudad. Hasta mediados de la década de los ochenta, apenas se vendieron parcelas de la primera fase, donde ya se habían habilitado 357 hectáreas para su uso industrial. Fueron los años previos a 1992 cuando SEPES notó cierto movimiento en la demanda.

Las primeras parcelas en venderse fueron las grandes, con una superficie variable, entre 10.000 y 20.000 metros cuadrados. Saimaza y Río Blanco compraron a 900 pesetas/metro en 1980. Con el tiempo, el precio fue actualizado, como hace periódicamente SEPES en todos sus polígonos. Entre 1988 y 1889 subió a 1.500 y 2.900 pesetas/metro de media sin que variaran las condiciones de origen.

En la octava cláusula, presente en todos los contratos, se hace constar que la finalidad de la compraventa es que la parte compradora construya en la parcela una edificación industrial en los términos que establece la Ley del Suelo.

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Pagos pendientes,

En 1988, Francisco Palomino solicitó a SEPES la reserva de una de estas parcelas, a la espera de constituir una sociedad, según fuentes de la promotora. Al año siguiente se formalizó la adquisición, a través de Talleres Palomino, SA, de la número 81, con una superficie de 15.306 metros, en las condiciones del contrato-modelo: un primer pago al contado de 3.979.560 pesetas, 7.039.022 pesetas en concepto de IVA (12%) y 16 pagos semestrales de 3.417.435 pesetas cada uno. Pagándolo al contado, el precio era de 39.795.600 pesetas. En esas mismas condiciones (2.600 pesetas/metro) compraron Construcciones Cassini, SL (14.910 metros), Auto Tractor, SA, (15.194 metros), Transportes Reunidos Dwel (15.271 metros), Hierros y Tubos del Sur (14.946 metros), Jaime Estévez, SL (14.946), Repuestos Fuente (14.805), Transportes Buitrago Andalucía (15.198), Hijos de Terrats Construcciones (14.640), Riojana de Fincas (15.876), Acrow Ibérica (23.213)..., y así, hasta una relación de más de cincuenta empresas, según ha podido comprobar este diario.

Para las cantidades aplazadas SEPES aplicó unos intereses del 11,25% anual, que ascendían al 18% en caso de demora de cinco años. Como garantía de estos pagos constituyó una primera hipoteca extensible a los nuevos edificios que se construyeran en la finca vendida, que en el caso de: la número 81 ascendía a 114.825,816 pesetas. La construcción efectuada por Talleres Palomino ocupa un edificio de 5.699 metros cuadrados, valorado en 164 millones de pesetas, según la memoria del proyecto presentado al Ayuntamiento de Dos Hermanas en la solicitud de licencia de obra. Según datos regristrables de Talleres Palomino SA, la obra se realizó en 1990 mediante una subvención de! 30 millones, al amparo de ayudas para edificaciones industriales.

La mayoría de las parcelas vendidas en el periodo mencionado 1988-1990 tienen pagos pendientes. En algunos casos la deuda asciende a la totalidad de lo aplazado y más de media docena litigan en los tribunales por incumplimiento del contrato.

No es el caso de la propiedad de la número 81, enajenada a Talleres Palomino, SA. Su venta se, formalizó el 24 de noviembre, de 1988 y se escrituró el 12 de diciembre de 1989. Dos años después, el 13 de mayo de 1991, se cancelaron los pagos pendientes, cerrando la operación por un total de 48.758.148 pesetas.

SEPES lleva invertidos en el polígono de La Isla alrededor de 2.000 millones de pesetas y le deben la mitad. Aunque faltan todavía parcelas por vender de la primera fase -el pasado día 28 se adjudicaron tres parcelas y la mitad de otra por 4.500 pesetas/ metro a Caixa Leasing, con destino a almacenes de Continente-, la sociedad acomete la urbanización de la segunda fase, de 362 hectáreas, situada al otro lado de la carretera. SEPES no ha puesto el pie en el acelerador. La demanda no aprieta. Una simple ojeada a la primera fase revela que la mayoría de las parcelas, incluso las vendidas, se mantienen vacías, sin ningún tipo de construcción. "Aquello parece un páramo", afirma un promotor comercial.

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