El mecenazgo cuenta por fin con un marco legal

El mecenas ya es una figura legal en España. Hasta ayer se sostenía en la literatura y en la historia. Ahora, con la aprobación definitiva la Ley de Mecenazgo por el Pleno del Congreso de los Diputados, tiene también un marco jurídico concreto para desarrollar el día día de su actuación. Sólo la abstención del Partido Popular enturbió el consenso del resto de los grupos parlamentarios, que buscaban unanimidad para una ley que responde a las necesidades de la sociedad civil.

Con la aprobación ayer por el Pleno del Congreso, con 186 votos a favor, dos en contra y 133 abstenciones, de las enmiendas presentadas por el Senado a la Ley de Fundaciones y de Incentivos Fiscales a la Participación Privada en Actividades de Interés General, más conocida como ley de mecenazgo, finaliza un laborioso trámite plagado de discusiones y negociaciones entre los partidos y las fundaciones. Cuando esta ley se publique en el Boletín Oficial del Estado, será la primera vez que en España se regule la figura del mecenas, que en otros países de Europa y más concretamente en los anglosajones, goza de una larguísima tradición. El texto aprobado ayer dota, por una parte, de marco jurídico moderno a las cerca de 6.000 fundaciones existentes en España y que hasta ahora se habían regido por la Ley de Beneficiencia de 1849, y, por otra, incentiva con beneficios fiscales la participación privada en actividades de interés general.

Invitación al apoyo

Todos los grupos parlamentarios, excepto el Partido Popular, resaltaron la importancia de este texto y las aportaciones introducidas en el Senádo, así como el consenso alcanzado, y animaron a los diputados populares a cambiar su sentido del voto y apoyar la ley. Las aportaciones más significativas introducidas por el Senado en forma de enmiendas transaccionales son la inclusión de desgravaciones fiscales por donación de obras de arte contemporaneo y la ampliación al Instituto de España, la Real Academia Española e instituciones análogas en las autonomías entre las entidades susceptibles de recibir donaciones de bienes.Para el diputado del Grupo Vasco Joxe Joan González de Txabarri, el texto servirá para que la sociedad canalice las fuerzas para trabajar en bien de la comunidad, en aquellas labores donde no llega el Estado. González de Txabarri lamentó, sin embargo, "la falta de hervor de la ley" al no incluir a las universidades privadas y las ONG (organizaciones no gubernamentales), tal y cómo había solicitado su grupo, entre los agentes sociales susceptibles de acogerse al régimen del texto. En esta misma línea intervino el diputado de Convergéncia i Unió Pere Balta, quien resaltó. la victoria de la "desconfianza de Hacienda y del propio Estado" hacia una ley que "devuelve a la sociedad civil su protagonismo". "El celo del Estado ha sido vencido por el pacto y la negociación", señaló Balta. Para el diputado de Izquierda Unida Felipe Alcaraz, esta ley llena un gran vacío a través de un pacto entre la sociedad civil y el Estado".

La única nota discordante de la mañana la puso el Partido Popular a través de Miguel Ángel Cortés. "Es una mala ley; esto no es lo que necesita la sociedad española", señaló Cortés, quien atacó duramente a Convergéncia i Unió por lo que él consideró contradicciones entre las peticiones iniciales del grupo catalán y lo pactado finalmente con el PSOE. El diputado popular hizo una comparación pormenorizada de la ley de fundaciones de la Generalitat catalana y la aprobada ayer en el Congreso. Dos son los puntos que Cortés consideró esenciales para la abstención de su grupo; primero, la obligación a las fundaciones que no quieran someterse al régimen fiscal de la ley a acogerse al régimen de sociedades anónimas y, segundo, la "falta de libertad" de estas entidades sin ánimo de lucro para "poder elegir el ámbito de su actuación y el protectorado sin menoscabo de dónde esté ubicado su domicilio social". El diputado popular, aunque reconoció que el texto definitivo ha mejorado en su tramitación parlamentaria, finalizó advirtiendo el compromiso de su grupo por cambiar la ley "cuando las circunstancias políticas nos lo permitan".

Jerónimo Nieto, del Partido Socialista Obrero Español, pidió al PP que saliera de su "error" y apoyara la ley. "La abstención del PP no se debe a razones de fondo, sino de pura estrategia política", dijo Nieto, que replicó a los populares afirmando que el texto favorece a las fundaciones por dotarlas de un marco jurídico flexible y una generosidad en cuanto a los incentivos fiscales.