Visita al palacio Real
El domingo 2 de octubre fui con un familiar a visitar el palacio Real, en Madrid. La entrada: 800 pesetas por persona. Fuimos al grupo de españoles/as que iban con un guía oficial: más de 30 personas en aquel grupo. Hacía sol y las ventanas de las habitaciones que nos mostraron -unas veinte, nada más- estaban con las persianas cerradas y apenas había luz en la mayoría de ellas: sólo una luz indirecta y débil en los bordes de los techos. El guía iba dando la explicación de los cuadros, muebles o lámparas que allí se encontraban, pero no se podía apreciar aquello que él explicaba.Tras varias salas recorridas sin apenas luz, me acerqué al guía a preguntarle por qué no estaban las lámparas encendidas, ya que no se podía apreciar el arte del cual nos hablaba; respondió que aquello estaba conectado a una gran central que estaba lejos de allí. No se inmutó. Seguimos por las distintas salas -algunas sí tenían las lámparas encendidas, pero eran las menos-. Fin de la visita. Sentí, una vez más, que me tomaban el pelo y el dinero. Agradecería a quien corresponda que tome las medidas oportunas para que se subsanen esas deficiencias.-
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