Antonio Saura prolonga las jornadas surrealistas de Teruel
Las jornadas surrealistas, que cada año venían celebrándose en Teruel hasta su clausura en 1993 con una magna muestra sobre Luis Buñuel, han disfrutado este año de una prórroga al decidir la Diputación Provincial organizar una exposición del pintor Antonio Saura, centrada en la obra realizada entre 1948 y 1956. La muestra inaugurada el pasado fin de semana en el Museo Provincial permanecerá abierta hasta el 27 de noviembre bajo el epígrafe El jardin de las cinco lunas.Se trata de una recopilación de 60 trabajos pintados por el artista oscense en su etapa surrealista y que ha sido encomendada al comisario Emmanuel Guigon. A través de la exposición se puede comprobar la influencia en el artista del dramatismo de la época, expresado con una técnica que más tarde abandonaría.
Los organizadores han pretendido "ir más allá" de otras retrospectivas como la que en estos momentos se puede contemplar en Suiza, completando una faceta poco conocida del pintor. Los cuadros exhibidos apenas han podido ser vistos desde que fueron realizados.
Entre las 60 obras expuestas se incluyen óleos, dibujos, fotografías y rayogramas (experiencias fotográficas) que muestran la influencia, por ejemplo, de Miró, Tanguy o del expresionismo abstracto americano. La edición de un minucioso catálogo en el que junto a las obras se recogen textos, algunos de ellos inéditos, tanto poéticos como puramente teóricos, se presenta como un atractivo más de la exposición.
La simbiosis de Saura con el surrealismo en aquella época le llevó a entrar en contacto con los grupos Pórtico y Dau al Set, entre otros renovadores, y hasta a incluir en sus tarjetas de visita el término "surrealista", como profesión, junto a su nombre. La ruptura con esta tendencia se produjo hacia 1954 cuando el pintor aragonés se distancia en la residencia de París de André Breton.
La exposición completa, en cierta manera, la que ahora se exhibe en el Museo Nacional Reina Sofía dedicada al surrealismo.
