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La ex guerrilla promete aceptar el resultado electoral en Mozambique

Alfonso Armada

A falta de resultados oficiales de los comicios celebrados durante tres días de la semana pasada en Mozambique, las primeras proyecciones del recuento de la ONU de varios centenares de mesas aseguran que, al menos en la provincia de Maputo, el candidato del gobernante Frente de Liberación Nacional de Mozambique (Frelimo), Joaquim Chissano, obtendrá más del 70% de los votos. Con un 20% queda su rival Afonso Dhlakama, líder del ex-grupo guerrillero Resistencia Nacional de Mozambique (Renamo). Fuentes cercanas a Aldo Ajello, representante de la ONU, revelaron que Dhlakama está dispuesto a aceptar el resultado electoral, incluso su derrota.

Dhlakama admitió que las elecciones celebradas el 27, 28 y 29 de octubre fueron limpias y justas y que "la democracia ha llegado a Mozambique para quedarse". Aunque los resultados oficiales no se conocerán hasta dentro de dos semanas, el sondeo de la ONU estará con toda seguridad muy cerca del resultado final. Faltaba por conocer hasta qué punto la diferencia de votos (que era similar tanto en las presenciales como en, las legislativas) se mantenía en las provincias norteñas de Zambezia y Nampula, las zonas, más pobladas y teóricos feudos de la Renamo. Si así fuera, no sería necesaria otra vuelta, y Chissano, un político realista y moderado que ha ido soltando lastre marxista-leninista, será proclamado presidente.Lo que ha quedado demostrado es la sed de paz y democracia de los mozambiqueños (hay un consenso casi unánime en vincular paz a democracia y en asegurar que "la guerra no volverá", demostrada con una participación del 90%. Como han señalado muchos observadores internacionales, la limpieza y el civismo de las elecciones ha sido admirable, y no sólo para los cánones africanos, sino incluso occidentales.

La climatología fue ayer, como de costumbre, generosa. La playa más famosa de Maputo, Costa del Sol (nombre del principal equipo futbolístico del país, ganador de cuatro Ligas), estaba ayer concurrida. Un domingo soleado que quería olvidarse del brutal coste de una guerra que en casi 16 años ha devastado el país: cerca de un millón de muertos (entre la guerra, el hambre y la enfermedad) y unas pérdidas provocadas directamente por la guerra, entre 1980 y 1988, de casi dos billones de pesetas. Mientras la población descansaba, la mayoría de las mesas electorales empezaban a primeras horas de la mañana el recuento que se tuvo que aplazar el sábado debido a la falta de luz de la mayoría de las assembleias de voto.

"Sin dinero no hay voto"

En la escuela primaria de Lingamo, en Matola, a 10 kilómetros al este de Maputo, el recuento comenzó a las siete de la mañana. "Viva a escola ao serviço de povo. Unidos venceremos o analfabetismo", decía una pintada en la pared. En la pizarra figuraban los nombres de los 12 candidatos a las elecciones presidenciales. Los representantes de los partidos (delegados de lista, unos 200 se manifestaron por las calles de Maputo en la tarde del sábado al grito de "sin dinero no hay sufragio" para pedir mayor subsidio por haber tenido que dedicar un tercer día a las elecciones) estaban sentados en fila, como un pequeño tribunal de fiscales.Pero hay buen humor en la assembleia. Tras cada voto proclamado por el Presidente se verifica por los representantes de los partidos, que trazan palitos en sus cuadernos, semejantes a los de la pizarra. La diferencia, cuando la urna estaba casi vacía, era abrumadora. De los 12 candidatos, sólo ocho cuentan con algún voto, pero únicamente Dhlakama y Chissano superan los cinco sufragios: Dhlakama, 55; Chissano, muchos más, varias hileras de palitos blancos (con una línea transversal cada cinco).

En las otras dos assembleias de Lingamo terminaron el recuento ("a la luz de un candil y de velas", dice Fernando José Guilasa, de 25 años, escribiente y vicepresidente de la mesa) a las tres de la mañana. "Hagan el favor de avisar que estamos aquí esperando a que vengan a recoger los votos y las urnas", suplica Guilasa. Sobre el muro, el resultado: Chissano, 461; Dhlakama, 60. Frelimo, 420; Renamo, 58. El resto de los partidos y candidatos tiene porcentajes ínfimos. El espacio dedicado a reclamaciones está cruzado con una raya, junto a las firmas de los delegados de lista de cinco formaciones políticas. Los colegios del centro de alfabetización de adultos, en Matola, han tenido mejor suerte. Hace horas que los camiones oficiales han recogido las urnas y los votos. La democracia, como la paz, parecen haber empezado con buen pie en Mozambique.

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