Solana asegura que Hassan II no planteó ayer a González el contencioso de Ceuta y Melilla
El rey Hassan II desenterró la pasada primavera su reivindicación sobre Ceuta y Melilla; la reiteró en julio, cuando recibió en Rabat al ministro español de Exteriores, Javier Solana, y su primer ministro, Abdelatif Filali, la expuso en septiembre en la ONU. Pero el monarca marroquí no la mencionó ayer cuando recibió a Felipe González. Esto es lo que aseguró el jefe de la diplomacia española, que asistió a la audiencia. Si se confirma que Hassan no reiteró ayer sus exigencias, este olvido sólo se explica como deferencia ante González, uno de los siete jefes de Estado o de Gobierno que asisten en Casablanca a la Conferencia Económica sobre Oriente Próximo y Norte de África.
Durante su encuentro con los periodistas españoles, Solana se mostró tenso y apresurado. Regañó en público a uno de sus colaboradores por cómo había organizado la rueda de prensa y, después, ante los micrófonos declaró: "No se habló de Ceuta y Melilla". Asediado a preguntas, añadió: "Dudo mucho que una persona tan inteligente como el rey tenga un lapsus". La no mención por el monarca del principal contencioso entre Madrid y Rabat no supone, según el ministro español, "ningún alivio ni ninguna carga", porque la postura de España es bien conocida y, además, inamovible.La hora y el día en que el soberano alauí iba a recibir a su huésped español cambió varias veces. Al final le concedió la audiencia en su palacio de Casablanca, justo después de su llegada a Marruecos. Fue, como siempre, el monarca el que eligió los temas a tratar.
Cuarenta y ocho horas antes, el primer ministro marroquí aseguró ante los corresponsales de algunos medios de comunicación locales que la situación de los enclaves españoles en el territorio del reino sería suscitada en la conversación con González, como ya lo hicieron Filali y el propio monarca ante Solana a finales de julio. El secretario de Estado de Exteriores, Taib Fassi Fihri, dijo otro tanto en el Parlamento.
En la Presidencia del Gobierno español también se preveía que el tema saldría a relucir. De ahí que en el informe preparatorio de la visita de González se aconsejase al jefe del Ejecutivo español que defendiese ante su anfitrión que la adopción -en septiembre por el Consejo de Ministros- del anteproyecto de ley que otorga estatutos de autonomía a Ceuta y Melilla no suponía un cambio sustancial de la situación establecida.
Postura para la prensa
El mismo documento recomienda también intentar quitar hierro ante la prensa española al contencioso hispano-marroquí. Javier Solana acató ayer a la perfección estas indicaciones ante los medios de comunicación españoles.El Gobierno de Rabat y las principales fuerzas políticas marroquíes están convencidas de que los estatutos contribuyen a enraizar un poco más a ambas ciudades en el ordenamiento constitucional español y supone, por tanto, un revés para su reivindicación territorial.
La verdadera prueba de la buena voluntad del rey Hassan II para normalizar sus relaciones con España será, sin embargo, la celebración antes de fin de año de una cumbre bilateral hispanomarroquí para limar asperezas. El tratado de amistad y cooperación suscrito entre ambos países en 1991 prevé un encuentro cada año, pero ayer Javier Solana dijo "no estar seguro que se respeten los plazos previstos".
Hassan II aprovechó la entrevista, de una hora de duración, para restar importancia al brote de cólera surgido en la localidad marroquí de Castillejos -cerca de Ceuta-, que oficialmente ha provocado sólo un muerto, mientras otras seis personas han necesitado asistencia hospitalaria. Fuentes médicas marroquíes dan cifras ligeramente superiores. (Ver página 21)
El monarca pidió, según Solana, que en Ceuta, Algeciras o Cádiz se agilicen los controles sobre las mercancías marroquíes exportadas por tierra a Europa que, por primera vez, las autoridades aduaneras y sanitarias de España han impuesto tras la aparición del brote. Estas medidas han causado un profundo malestar en el Reino alauí.
Buena parte de la conversación estuvo dedicada a la marcha de la negociación de un acuerdo de cooperación entre Marruecos y la Unión Europea (UE), que apenas ha avanzado desde que en febrero se celebró en Bruselas la primera ronda negociadora.
La oferta comunitaria es considerada insuficiente por las autoridades de Rabat porque, entre otras cosas, España intenta restringir el acceso al mercado europeo de las patatas tempranas, las flores cortadas, las mandarinas y, sobre todo, los tomates.
Tras la audiencia, Solana se atrevió a vaticinar que la negociación con Marruecos, Túnez e Israel estará concluida a final de año. La Comisión Europea ha celebrado, sin embargo, muchas más rondas negociadoras con estos dos últimos países que con Marruecos. "A las conversaciones con los marroquíes le vamos a pegar un acelerón", afirmó el ministro español.
La situación en Argelia suscita, por último, en ambos interlocutores una "grave preocupación", mientras el anunciado referéndum de autodeterminación en el ex Sáhara español ni siquiera fue evocado en la entrevista.
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