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Policías españoles colaborarán con Rabat en la lucha contra los 'narcos'

El Gobierno español y las autoridades de Rabat intercambiarán información y ayuda policial en la lucha contra las redes de narcotráfico asentadas en Marruecos, según el acuerdo al que se ha llegado tras la visita realizada hace unos días a Marruecos por el delegado del Plan Nacional sobre Drogas, Carlos López Riaño. Este asistió a un seminario, en el que participaron seis países de la cuenca mediterránea, donde se analizó la situación de la lucha contra el tráfico de estupefacientes en la región.

La policía española sospecha que la infraestructura de las redes de tráfico de hachís que tradicionalmente han venido operando en Marruecos esté siendo utilizada también para la distribución de heroína y cocaína. Por su parte, las autoridades marroquíes han empezado a alarmarse por el surgimiento en su país de unas sustancias -la cocaína y la heroína- que son completamente ajenas a su cultura y, además, por el problema sanitario que podría acarrear.

Hasta el momento no se tiene información concreta sobre la sospecha de que bandas de narcotraficantes españoles están afianzándose en tierras marroquíes, desde donde dirigen y canalizan sus operaciones. Estas se ven favorecidas por la privilegiada situación geográfica de este país, que junto con Portugal y Gibraltar conforma un triángulo muy interesante para estas redes delictivas.

Campos de cultivo

Marruecos está dispuesto a arrancar las extensas plantaciones que producen anualmente miles de toneladas de hachís, pero pide como contraprestación importantes ayudas económicas de la Unión Europea para realizar un programa sustitutivo de esos cultivos. Así lo expusieron los representantes marroquíes en el Seminario Regional sobre Técnicas de Lucha contra el Tráfico de Estupefacientes celebrado la pasada semana en Rabat, en el que participaron, además del país anfitrión, España, Francia, Italia, Argelia, y Túnez.Expertos españoles temen también que el narcotráfico pueda ser utilizado como vía de financiación de las actividades de los grupos integristas islámicos en una zona de alto valor geoestratégico para España, sobre todo por su proximidad a Ceuta y Melilla.

Por su parte, el Gobierno de Rabat, también está interesado en atajar la posibilidad de que su país se convierta en una base de operaciones para las grandes mafias de la heroína y la cocaína. Entre otras cosas, porque las autoridades conocen la capacidad que tales organizaciones tienen para corromper a funcionarios y destruir el sistema político y social, según han comentado algunos de los asistentes a la citada reunión internacional.

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