Borrell asegura que se dará a licencia de telefonía movil quien haga la mejor oferta

José Borrell, ministro de Obras Públicas, Transportes y Medio Ambiente, aseguró ayer que ganará el concurso de telefonía móvil "quien mejor oferta haga" y calificó de "calumniosa" e "inaceptable" la insinuación de que el Gobierno pueda conceder arbitrariamente dicha licencia. En respuesta a una interpelación de Izquierda Unida, Borrell mantuvo un áspero debate con el diputado Jerónimo Andreu, quien citó informaciones periodísticas en las que se aseguraba que el vicepresidente del Gobierno, Narcís Serra, habría mostrado su apoyo a determinado grupo para la concesión de la licencia.

Borrell desmintió tales afirmaciones en torno muy enérgico y acusó a Andreu de llegar al Parlamento para leer "una hojita de periódico" y propalar insinuaciones `intolerables" para él y para el Ejecutivo.

Andreu, en su intervención, había insistido en que el concurso para la concesión de la licencla al segundo operador de telefonía móvil "fómenta la opacidad y es un cajón de sastre con el que se puede otorgar la segunda licencia a quien se desee".

'El diputado de IU citó una información periodística [en su día fue publicada por el diario El Mundo] sin nombrar al medio, para decir que se habían publicado informaciones sobre el aval de Serra al grupo de empresas SRM y Cometa.

Andreu mencionó también un informe publicado por EL PAíS, según el cual el que consiga la licencia como segundo operador podría estar en buenas condicione! para convertirse en segundo operador en la telefonía vocal, es decir, el teléfono común.En su respuesta, Borrell insistió en que el Gobierno desea que se debata en el Congreso la política general de telecomunicaciones, por tratarse de un "sector estratégico como pocos", que marcará una de las líneas fundamentales del desarrollo tecnológico y económico de finales de siglo.

Condiciones

A partir de ahí, el ministro explicó que antes de liberalizar la telefonía vocal en 1998 será necesario cumplir tres condiciones:

1. Cobertura de todo el territorio; algo que, según Borrell, no se ha conseguido después de 100 años dé existencia del teléfono.

2. Ajustar tarifas a costes, porque si no la compañía Telefónica estaría subvencionando a sus competidores.

3. Buscar otra forma de financiación del servicio público de telefonía, ya que en 26 provincias el servicio, actualmente, "es estructuralmente deficitario y no serán las empresas que busquen optimizar beneficios los que resuelvan este problema".

Borrell añadió que la situación actual se salva a base de "subvenciones cruzadas" entre el servicio urbano, interurbano e internacional, pero advirtió que eso no será posible en una situación de libre competencia, por lo que insistió en la necesidad ineludible de ajustar precios y costes.

El ministro advirtió que el sector de comunicaciones es de tal importancia que no puede quedar entregado sólo al juego del libre mercado y que, por eso mismo, el Gobierno quiere "pllotar y regular" la liberalización del sector de aquí a 1998, de modo que se garantice el aspecto irrenunciable de servicio público de las telecomunicaciones.