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Miles de gallegos se manifiestan en Vigo contra el fallo del 'caso Nécora'

Xosé Hermida

"Si vosotros, el pueblo, hubieseis juzgado la Operación Nécora, la sentencia hubiese sido muy distinta" clamó Carmen Avendaño, entre el arrobo de una multitud de la que brotaban esporádicos gritos de "asesinos". Miles de personas (50.000, según los organizadores, y más 15.000, según estimaciones periodísticas) hicieron ayer en Vigo una demostración de justicia popular. "Odiamos el delito y también a los delincuentes narcotraficantes" proclamó el comunicado leído al final de la mayor manifestación celebrada hasta ahora en Galicia contra el comercio ilegal de drogas.

La convocatoria de los colectivos antidroga gallegos pretendía ser una prueba de la indignación popular que ha causado la sentencia del caso Nécora. Sin embargo, las alusiones al fallo judicial fueron escasas y dejaron paso al clamor popular en demanda de una actuación mayor contundente contra el narcotráfico. Incluso el delegado del Gobierno en el Plan Nacional sobre Drogas, Carlos López Riaño, advirtió que no asistía para protestar por la sentencia de la Operación Nécora, sino como un acto de solidaridad "con estas organizaciones no gubernamentales que colaboran con nosotros".Encabezaba la marcha una pancarta con el lema Galicia entera contra el narcotráfico, portada por representantes de las madres contra la droga gallegas, la Unión Nacional de Ayuda al Toxicómano y de colectivos franceses e italianos. En un discreto segundo plano, se colocaron dirigentes de los principales partidos gallegos, alcaldes, diputados autonómicos y nacionales y los consejeros de Sanidad e Interior de la Xunta.

El acto terminó en una plaza del barrio de Coia, una zona obrera muy castigada por la heroína. Allí, Carmen Avendaño, cabeza visible de las madres gallegas contra la droga, desgranó sus reivindicaciones: jurados populares para los procesos por narcotráfico, indultos para los toxicómanos rehabilitados, modificación del Código Penal, incautación "lo antes posible" de los bienes de los capos y, la llamada "inversión de la carga de la prueba". "Que sean los narcos y no el Estado los que tengan que demostrar de dónde han obtenido sus fortunas", explicó.

Un manifiesto redactado por el escritor Xosé Luis Méndez Ferrín y leído por el periodista Luis Mariñas inscribe el problema de la droga en el "sombrío panorama de fin de siglo", caracterizado como una época donde ha triunfado "el capitalismo salvaje". El comunicado insta a todos los ciudadanos a retirar para siempre a los capos "la condición de gallegos".

A pesar de este ambiente, el delegado del Gobierno en el Plan Nacional sobre Drogas volvió a defender la necesidad de abrir un debate sobre la legalización del hachís. López Riaño se confesó sorprendido por la reacción del PP ante su propuesta. "Me parece una insensatez que se quiera convertir esto en objeto de una polémica política", se lamentó López Riaño, quien insistió en que sin "soluciones imaginativas" será muy difícil erradicar el problema de las toxicomanías.

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Sobre la firma

Xosé Hermida
Es corresponsal parlamentario de EL PAÍS. Anteriormente ejerció como redactor jefe de España y delegado en Brasil y Galicia. Ha pasado también por las secciones de Deportes, Reportajes y El País Semanal. Sus primeros trabajos fueron en el diario El Correo Gallego y en la emisora Radio Galega.

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